Académico de la Facultad de Teología PUCV realizó artículo “Del arte de celebrar al arte de acompañar desde la liturgia a jóvenes y adolescentes
El Dr. Cristián Eichin Molina, ofm, académico de la Facultad Eclesiástica de Teología PUCV, redactó esta investigación en la Revista de pastoral litúrgica Phase.
14.12.2020
“El tema de la liturgia y su dimensión pastoral requieren una nueva aproximación por los nuevos contextos eclesiales en que vivimos. Este artículo tiene como contexto la crisis eclesial que vive la Iglesia en Chile debido a los abusos de menores perpetrados por clérigos, en un ambiente llamado por el papa Francisco como cultura del abuso. Esta crisis eclesial que vivimos en Chile nos ha hecho autocriticarnos y revisarnos de cómo somos Iglesia en el presente”, señaló el Dr. Cristián Eichin Molina, ofm, académico de la Facultad Eclesiástica de Teología PUCV.
El profesor explicó que la liturgia entendida como el «ejercicio del sacerdocio de Jesucristo» y «acción de Cristo y del Pueblo de Dios ordenado jerárquicamente» es también un lugar donde los jóvenes participan del Misterio Pascual, se acercan a Cristo en las acciones litúrgicas, colaboran activamente en sus comunidades o parroquias y se forman en la vida cristiana. Entre las diversas formas de participación de la liturgia de jóvenes y niños existen lo que se conoce como «servidores del altar», «monaguillos», o comúnmente llamados «acólitos». Esta institución viene desde hace muchos siglos y ha perdurado en el tiempo hasta nuestros días. No hay iglesia, comunidad o capilla donde no haya este tipo de servidores de la liturgia.
Eichin informó que muchos de los niños/jóvenes han descubierto su vocación religiosa y sacerdotal en el acolitado. “Eso ha sido porque la liturgia tiene un potencial pedagógico. Sin embargo, a la luz de los últimos acontecimientos eclesiales, denunciados y clarificados por el Papa Francisco en diversas intervenciones, descubrimos que también, por el aura de sacralidad que envuelve este servicio litúrgico, pueden darse –y ha habido–, abusos de confianza, de conciencia incluso de abuso sexual y corporal. Y aquí la liturgia se transforma, de un lugar de gratuidad y de don por la acción de Cristo, en un espacio de abuso y de manipulación de lo sagrado hacia los jóvenes”, indicó el académico.
Esta investigación invita a reflexionar y revisar las prácticas sobre el arte de acompañar desde la liturgia y poder entregar orientaciones pastorales. Para eso se aproxima a comprender la relación entre jóvenes y liturgia, luego se considera qué tipo de teología de la liturgia es mejor para un acompañamiento sano, integrador y liberador. Asimismo, el texto pretende dar algunas pistas sobre cómo acompañar a los jóvenes que tienen servicios litúrgicos a la luz de la cultura del cuidado y de la protección.
Orientaciones para un acompañamiento litúrgico
En el texto el académico mencionó algunas orientaciones para el acompañamiento de jóvenes.
En primer lugar, Eichin sugiere crear instancias de una pastoral de iniciación cristiana en lugar de una pastoral «semillero de vocaciones sacerdotales». “Los servicios litúrgicos juveniles son para profundizar su iniciación cristiana y no para enviarlos al seminario”, expresó el profesional.
En segundo lugar, mayor inclusión y participación de mujeres adolescentes y jóvenes como servidoras del altar: ¡Una liturgia de puertas abiertas y de una ministerialidad plural!
En tercer lugar, el profesor propuso que en lugares donde no hay servidores del altar jóvenes y adolescentes, se podría confiar este servicio a personas adultas, hombres y mujeres.
Como cuarto lugar, el profesor resaltó y valoró al Pueblo Santo de Dios como acompañante y mistagogo de los jóvenes en su vida cristiana, a través de un equipo de adultos bien preparados y cualificados. “Y para finalizar, habilitar sacristías abiertas y transparentes para que sean espacios seguros para menores”, concluyó el doctor.
Natalia Cabrera Vásquez
Facultad Eclesiástica de Teología