CARDENAL JORGE MEDINA ESTÉVEZ

1926 -2021

Prof. Dr. Juan Daniel Escobar Soriano

El 16 de Abril de 1993, San Juan Pablo II nombraba a Mons. Jorge Medina Estévez obispo de Valparaíso y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, convirtiéndose en el quinto obispo de la diócesis de Valparaíso y el tercero en tener un gobierno corto en nuestra ciudad (Mons. Silva Henríquez 3 años, Mons. Errázuriz Ossa, 2 años). Los tres obispos fueron creados cardenales. Monseñor Medina, fue ordenado sacerdote el 12 de Junio de 1954 por Pío Alberto Fariña, obispo auxiliar de Santiago; luego, el 6 de Enero de 1985 San Juan Pablo II lo ordena obispo y en 1987, le encomienda la diócesis de Rancagua la que gobernará hasta 1993. También fue Secretario General de la IV Conferencia del Episcopado Latinoamericana, realizada en Santo Domingo en 1992.

San Juan Pablo II, lo creará cardenal el 21 de Febrero de 1998. Su lema episcopal fue: “Oportet Ilulum Crescere” (Es necesario que Él crezca y yo disminuya), y el título cardenalicio fue Cardenal diácono de San Saba. Entre 1996 a 1998 fue pro-prefecto y desde 1998 – 2002, Prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos. Como Prefecto, hizo la presentación oficial del Nuevo Rito de Exorcismo, el 26 de Enero de 1999. Al ser Cardenal Protodiácono, le correspondió anunciar el “Habemus Papa” el año 2005, en que asumía Joseph Ratzinger con el nombre de Benedicto XVI.

Un aspecto quizás poco conocido de Monseñor Medina, fue su preocupación y trabajo por la unión de los cristianos. El 17 de abril de 1965 (antes que finalizara el Concilio Vaticano II), la Conferencia Episcopal de Chile fundó el Departamento de Fe y Ecumenismo (actualmente, Comisión Nacional de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso), nombrando a Monseñor Medina uno de sus miembros, el cual siempre habló de su paso por esta comisión y la importancia que le daba en su vida. También en este ámbito, integró la comisión del movimiento ecuménico: Fe y Constitución, fue miembro del consejo del Instituto Ecuménico de Jerusalén y participó como perito observador en la asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Upsala – Suecia (4 al 20 de julio 1968). Otra actividad ecuménica que le correspondió, fue recibir y hacerle los honores como Pro Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en la visita a Chile de Su Beatitud Elías IV (1978).

Como obispo de Valparaíso, apoyó y promovió diversas actividades ecuménicas para los alumnos del Seminario Mayor y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Cómo no olvidar la carta de agradecimiento, escrita en su vieja y famosa máquina de escribir, a los pastores que habían recibido a los alumnos del curso de Ecumenismo del Seminario y la Universidad en sus respectivas comunidades. Conversamos mucho de temas ecuménicos y de teología de las religiones, me recibía los sábados puntualmente a las 11:00 en el antiguo edificio del obispado en la calle Carrera, donde vivió mientras fue obispo de Valparaíso. Finalmente, le agradezco el aliento y apoyo que me dio para especializarme en ecumenismo y teología de las religiones. Don Jorge, descanse junto al Señor de la Unidad.