Dentro de los varios momentos emotivos que se vivieron en el transcurso de los cuatro días que duró el I Encuentro Internacional de Mujeres en la Música, uno especialmente destacado fue la instauración y entrega por primera vez del Premio Añañuca.

Este inédito galardón fue para la académica del Instituto de Música (IMUS) de la PUCV, Dra. Silvia Herrera, en reconocimiento a su trayectoria artística y al aporte que ha significado su trabajo para poner en valor el rol de las mujeres en los diversos aspectos que involucra el trabajo musical.

Si bien su ingreso a la Universidad Católica de Valparaíso fue para estudiar Pedagogía en Historia, Geografía y Ciencias Sociales, tras egresar Silvia Herrera decide estudiar Pedagogía en Música en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile en Valparaíso. Estudia Licenciatura en Musicología con Cirilo Vila, Luis Merino, Carlos Botto, María Ester Grebe, Alfonso Letelier, Samuel Claro, Silvia Contreras y Andrea Hass.

A partir de abril de 1974 asume en el IMUS las cátedras de Historia de la Música, Introducción a la Música y Apreciación Musical. Luego forma parte del equipo creador de la Licenciatura en Ciencias y Artes musicales y se hace cargo de la cátedra de Historia de la Música, Análisis de la Composición y Polifonía. También ejerció los cargos de Jefa de Carrera, Secretaria Académica, Jefa de Investigación y Directora.

Comprometida con la licenciatura musical, fue parte del Taller de Composición dirigido por el compositor Andrés Alcalde y la experiencia que obtuvo de la práctica en la poética musical fue uno de los cimientos en su formación.

A partir del año 2003 inicia su compromiso con la musicología y lo materializado en artículos sobre problemáticas de la música docta chilena. El 2006 parte el doctorado en Musicología en la Universidad de Helsinky, Finlandia, completándolo el 2015 en la Universidad Católica de Buenos Aires. Su tesis se basó en un detallado análisis de la canción política en el compositor Sergio Ortega.

En cuanto a sus investigaciones, éstas han tenido como principales enfoques los antecedentes musicales e histórico-socio-culturales que permiten la gestación, desarrollo y término de la canción política; los compositores en exilio y las problemáticas que los envuelve; el estudio del concepto de música-política y sus incursiones interdisciplinares, el estudio de la vanguardia de ida y vuelta, movimiento que involucra lo docto y lo popular, lo que ha denominado la transvanguardia de los 60, es decir, la nueva canción chilena versus la nueva música y la relación poético-estética entre sus creadores; el problema de la institucionalidad de la música docta chilena y una aproximación a establecer juicios de valor en las obras de los creadores, tomando en cuenta la circulación, preservación y recepción del corpus poiésico preservado.

“El objetivo de esto es crear una conciencia identitaria que pueda responder ante la inquietud de lo que somos y de lo que nos identifica; como asimismo una invitación a hacernos cargo y reconocer lo nuestro como patrimonio cultural, fuente fundacional de nuestra memoria histórica”, ha explicado la propia Dra. Silvia Herrera, dándole un sentido único a su trabajo y transformándose en un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones.

Danny Contreras

Instituto de Música, IMUS.