Facultad de Filosofía y Educación efectuó seminario sobre Poesía Chilena
La actividad contó con la colaboración de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE PUCV); el Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje y el Fondo de Fomento del Libro, Proyecto Investigación “S.O.S. El rescate de la poesía runrunista: Exploración y valoración de la otra vanguardia chilena”.
11.10.2017
“La literatura y la poesía ocupan un lugar muy importante en las actividades de extensión de nuestra Facultad. Agradecemos la presencia de cada uno de los expositores que nos ayudaron a concretar este encuentro, iniciativa que congrega a profesores de diversas universidades del país y a estudiantes de pregrado que presentan sus investigaciones”, señaló el doctor José Marín Riveros, decano de la Facultad de Filosofía y Educación en el discurso inaugural del seminario “Poesía Chilena”.
"La dificultad de la extrañeza, indagando los intersticios de la poesía chilena del siglo XX" se tituló la ponencia del poeta Ismael Gavilán. El profesional es además ensayista, crítico literario, editor y académico de la Universidad de los Andes.
El académico planteó la interrogante ¿tenemos poesía chilena o poesía escrita en Chile? “Frente a esta pregunta surge el problema sobre qué significa Estado-Nación a la luz de todas las identidades particulares que están buscando su reconocimiento. No solo estoy pensando en las personas de Rapa Nui o las del pueblo mapuche, por ejemplo. Entonces, aparece el cuestionamiento ¿existe afuera de la identidad de un espacio físico habitable equiparaciones a niveles lingüístico-simbólicos por ejemplo en la poesía? Frente a eso, cualquier lector bien instruido en la materia puede responder que no existe una poesía chilena en el sentido chovinista”, explicó el profesor.
Para el crítico literario es complejo en el ámbito de la poesía determinar qué es lo chileno. “El concepto de poeta único o poeta nacional es algo equívoco porque eso significa establecer una especie de hegemonía respecto a un tipo de discurso que no necesariamente es representativo. La poesía es universal y particular simultáneamente porque no se puede pensar en categorías excluyentes. El poeta chileno Jorge Teillier señalaba que quien describía a su pueblo, su rincón y a su gente estaba describiendo al mundo”, concluyó Gavilán.
Vanguardias Literarias
La literatura de vanguardia es aquel corpus de textos surgidos bajo las premisas que el movimiento vanguardista ostentó en las primeras décadas del siglo XX.
Existieron muchos movimientos de corta vida: Futurismo (1909, Marinetti), Dadá (1916, Tzara), Creacionismo (1916, Huidobro), Surrealismo (1924, Bretón). La mayoría de estas ideas son europeas, especialmente francesas. Sin embargo, hay una reflexión proveniente de América. Si bien, su público es minoritario, los autores se reúnen en cafés, se juntan en torno a revistas y desde allí lanzan sus manifiestos.
Sobre la literatura de vanguardia en Chile expuso el profesor Rómulo Hidalgo, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y de la Universidad de los Andes. “El Runrunismo: estado actual de un corpus original de la vanguardia chilena” se tituló la ponencia del profesor.
Este estudio forma parte del proyecto de investigación “S.O.S. El rescate de la poesía runrunista: Exploración y valoración de la otra vanguardia chilena”, que lidera este académico en conjunto con Rodrigo Carvacho, profesor de la Universidad Pedro de Valdivia.
El runrunismo debe su nombre (según la leyenda) a un juguete infantil de antaño llamado Run-Run, consistente en un botón al que se le atraviesa una pitilla por sus orificios, atando ambos cabos. Al ser tomada la pitilla por los extremos y darle vuelta al botón, este comienza a girar en forma vertiginosa, provocando un zumbido bastante molesto.
El runrunismo en la poesía es un grupo de la vanguardia fundacional chileno un tanto olvidado por la crítica. Poco se ha estudiado sobre este movimiento presente desde la década del 20. “Los libros de los runrunistas estaban hechos con papel de mala calidad. Ocupaban tintas de colores, que no se sabe bien si hay un juego vanguardista con la imagen o simplemente porque no tienen otros materiales en su poder”, explicó Hidalgo.
Los libros de este movimiento estaban prologados y dibujados por los mismos runrunistas. Sus lectores eran también los propios runrunistas. Ellos eran opuestos al futurismo, creacionismo, dadaísmo, etc, por este motivo escribieron su propia poesía.
Los principales exponentes de este movimiento fueron: Benjamín Morgado (prolífico. Diez poemarios: “Cascada silenciosa”, “Esquinas”, “Estaciones equivocadas”); Alfredo López Santana (“12 poemas en un sobre” con solo un ejemplar completo); Clemente Andrade Marchant (“Un montón de pájaros de humo” con dos o tres ejemplares) y Raúl Lara Valle (“S.O.S”, “El poeta automático” y “La humanización del paisaje”).
El libro “Poetas de mi tiempo” (1961) de Benjamín Morgado supone una reflexión y valoración del runrunismo y de una poesía en estado de olvido.
“Morgado juega con un perfil que define al grupo por lo anecdótico y porque no se toma en serio. Hay un discurso donde plantea al runrunismo como una Literatura B, siempre desde el margen, evidenciándose un gesto rupturista”, concluyó el académico.
Natalia Cabrera Vásquez
Facultad de Filosofía y Educación