Infarto Ocular un peligro a la salud visual
La hipertensión y la arteriosclerosis son los principales factores de riesgo de este tipo de evento.
El infarto ocular o también conocida como oclusión de arteria o vena de la retina, se produce cuando existe una obstrucción de uno o más vasos sanguíneos que suministran o drenan la sangre de la retina, provocando así una disminución o interrupción del flujo sanguíneo, lo que puede llevar a una pérdida súbita e indolora de la visión. En esta entrevista con el Director de la Escuela de Tecnología Médica, Dr. Claudio Zett Lobos, ahondaremos en las causas y cuidados.
¿Por qué se produce?
La mayoría de las causas por las cuales se generan infartos oculares guarda más relación con condiciones o patologías de orden sistémico más que propiamente oftalmológico, pero que acaban afectando la circulación ocular a razón del menor calibre de los vasos de la retina, su disposición anatómica y labilidad de los tejidos circundantes. Esta obstrucción puede ser causada por varios factores, incluyendo coágulos de sangre, endurecimiento de las arterias o también conocida clínicamente como aterosclerosis, altos niveles de grasa en la sangre o hiperlipidemia, inflamación de los vasos sanguíneos, diabetes, hipertensión arterial, y otros trastornos que afectan la circulación sanguínea.
¿Existen distintos tipos de infarto en el ojo?
Sí, existen varios tipos de infarto ocular dependiendo de cuál vaso sanguíneo está obstruido:
Oclusión de la arteria central de la retina: Es el tipo más grave y ocurre cuando se bloquea el flujo sanguíneo en la arteria principal que suministra sangre a la retina.
Oclusión de rama arterial retiniana: Ocurre cuando se bloquea una arteria más pequeña que se ramifican desde la arteria central de la retina.
Oclusión de la vena central de la retina: Ocurre cuando se bloquea la vena principal que drena la sangre de la retina.
Oclusión de rama venosa retiniana: Ocurre cuando se bloquea una de las venas más pequeñas que se ramifican desde la vena central de la retina.
Los infartos oculares también se pueden clasificar en función del tipo de daño que causan en la retina, es decir si causan lesiones de tipo isquémico, edematoso, hemorrágico y neovascular.
¿Qué consecuencias puede tener?
Las consecuencias de un infarto ocular estarán asociadas al tipo de daño que se produzca en la retina, por ejemplo, si la oclusión impide el suministro total de oxígeno del tejido se producirá isquemia, y consecuentemente el daño puede ser grave y permanente, incluyendo una pérdida parcial o total de la visión en el ojo afectado. La extensión del daño dependerá del tamaño y la ubicación de la obstrucción. Algunas personas pueden recuperar algo de visión con el tiempo, sobre todo en aquellas que el daño es de orden inflamatorio o edematoso. También existe un riesgo aumentado de glaucoma, edema macular y otras complicaciones oculares.
¿Se puede evitar?
La mejor manera de prevenir un infarto ocular es controlar los factores de riesgo que pueden llevar a la obstrucción de los vasos sanguíneos. Esto incluye mantener una presión arterial saludable, el colesterol y la diabetes bajo control, no fumar, llevar una buena alimentación, hacer ejercicio regularmente, y hacerse exámenes sistémicos y oculares regularmente para detectar problemas antes de que se vuelvan graves.
¿Cómo saber si estoy sufriendo uno?
Un signo común de infarto ocular es una pérdida súbita e indolora de visión en uno o ambos ojos. Esta pérdida de visión puede ser parcial o total. Otros síntomas pueden incluir visión borrosa, pérdida de visión periférica, y dificultad para ver colores. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica inmediata.
¿Qué cuidados debe tener una persona post infarto?
Identificado el infarto por parte del personal de salud, es de suma importancia que un médico oftalmólogo defina la conducta clínica en función del tipo de infarto del paciente, que podría ser desde la observación hasta un tratamiento con láser en la retina o inyecciones intraoculares. Posteriormente, es importante seguir cuidadosamente las recomendaciones para cuidar su salud en general, incluyendo tomarse los medicamentos para prevenir coágulos de sangre, reducir la inflamación, y tratar cualquier condición subyacente que pueda haber causado el infarto. También es importante hacer un seguimiento regular con un oftalmólogo y tecnólogo médico oftalmólogo para monitorizar la salud del ojo mediante exámenes y prevenir futuras complicaciones. Mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta equilibrada, ejercicio regular, y evitar el tabaquismo, también es crucial para prevenir futuros infartos oculares.
Entre los exámenes oculares de prevención y detección está el fondo de ojo u oftalmoscopía, y para evaluar las consecuencias del infarto y hacer seguimiento, tenemos la retinografía, angiografía retinal con contraste y tomografía de coherencia óptica. Todos estos exámenes se pueden realizar en el Centro de Estudios Oftalmológicos de la PUCV con la última tecnología disponible en el mercado, con excepción de la angiografía retinal por los riesgos asociados a la inyección endovenosa de contraste, no obstante, contamos con una nueva tecnología denominada angiografía por tomografía de coherencia óptica, la que permite evaluar la perfusión retiniana sin la inyección de contraste. Estos exámenes se realizan a solicitud de un médico oftalmólogo.
Los tecnólogos médicos egresados de nuestra casa de estudios tienen un exhaustivo entrenamiento para la detección de estas patologías y el manejo de los equipos para la realización de exámenes a los pacientes.
Fuente Facultad de Ciencias