Publicado en La Segunda (31/08/2020)

La industria de la arquitectura, ingeniería y construcción es una de las que menos ha mejorado su productividad en los últimos 30 años en comparación con otros sectores como la tecnología, la manufactura o la minería. Esto se debe a un alto grado de fragmentación de los actores que participan en ella, una baja adopción de tecnologías de información y una precaria industrialización del sector. Además, la sociedad exige la inclusión de criterios de sustentabilidad en los proyectos de construcción e infraestructura por lo que la industria debe enfrentar desafíos tales como la eficiencia energética, la gestión de residuos, la digitalización y productividad, la relación con el medio ambiente y las comunidades, entre otros.

En Chile, Corfo ha impulsado Construye 2025, programa que busca transformar la industria desde la productividad y la sustentabilidad, donde se promueven prácticas asociadas con la Construcción 4.0, sustentabilidad, industrialización, creación de nuevos marcos contractuales, entre otros. En específico la Construcción 4.0 es la confluencia de tendencias y tecnologías que prometen generar un cambio sustantivo en el diseño, construcción y operación de las edificaciones e infraestructuras. Ahora, ¿quiénes serán los profesionales que lideren estos cambios en la industria de la arquitectura, ingeniería y construcción?

Dada la alta fragmentación de la industria y el gran número de especialidades que participan en estos proyectos, el desafío de la industrialización es una tarea colaborativa y multidisciplinaria. En especial, los ingenieros civiles se han estado haciendo cargo de varios de estos desafíos desde una perspectiva sistémica y una mirada global de los proyectos de edificación e infraestructura. Debido a la velocidad y magnitud de los cambios, en la actualidad el ingeniero civil necesita estar en continua actualización de conocimientos y profundización de técnicas y metodologías de análisis y trabajo. Para esto se requiere una sólida formación de base científica tecnológica que les permita acometer cualquier desafío que la modernidad le imponga.

La ingeniería civil es la disciplina más antigua después de la ingeniería militar. Esta ha sido y seguirá siendo la responsable del diseño, planificación y materialización de las grandes obras de infraestructura y edificación del mundo. Su amplio espectro de desarrollo, que contempla las áreas de estructuras e ingeniería sísmica; geotécnica y mecánica de suelos; ingeniería sanitaria, ambiental e hidráulica; ingeniería vial; obras marítimas; gestión de proyectos de ingeniería y construcción, y desastres naturales, le ha permitido abordar problemas de diferente naturaleza, permitiendo la construcción de infraestructuras y edificaciones seguras.

La sinergia entre las competencias tradicionales del ingeniero civil y las nuevas competencias tecnológicas en la Construcción 4.0, le permitirán enfrentar los nuevos desafíos de industrialización y digitalización para el diseño y ejecución de obras de construcción, desde una perspectiva global y sistémica.