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Instituto de Biología PUCV celebra 60 años de existencia

En exitoso seminario sobre conservación y restauración del bosque nativo con propuestas para la COP25.

El pasado miércoles 16 de octubre, en el marco de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), que tendrá lugar próximamente en Chile, se realizó el seminario “Propuestas de conservación y restauración del bosque nativo para la COP25 sobre la base de la evidencia científica”. En el auditorio de la Facultad de Ciencias, el evento contó con una numerosa asistencia y estuvo a cargo del Dr. Antonio Lara, ingeniero forestal, experto en cambio climático y académico de la Universidad Austral de Chile e investigador del Center for Climate Change and Resilience (CR2).

 

Durante su exposición, el Dr. Lara habló sobre la importancia de crear paisajes más diversificados, donde convivan la agricultura, la ganadería, las comunidades organizadas, los bosques nativos y las plantaciones. “Esto será fundamental, señaló, para incrementar la superficie forestal, tanto de bosque nativo como de plantaciones. Reducir emisiones contaminantes es la medida número uno para reducir riesgo de ocurrencia de incendios, ya que los incendios son la principal fuente de emisiones”.

Para el experto, el camino hacia la realización de algunas medidas que se proponen no es tan simple de concretar, considerando que están muy lejos de cumplirse las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), compromiso de forestación y de recuperación de bosques nativos, planteado por la comunidad internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y acorde con la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático,  en Chile el 2015. Según las evidencias, debiera protegerse el bosque nativo; implementarse una legislación que incentive efectivamente la forestación de predios de pequeños y medianos propietarios; y planificarse una diversificación del paisaje que disminuya el riesgo de incendios y la pérdida de biomasa vegetal. Estas son condiciones claves para el desarrollo en esta tarea.

El expositor puso énfasis en que un aspecto positivo de la próxima COP25 es su foco en el cambio climático “para impulsar un comportamiento más adecuado, compatible entre la producción y la naturaleza; y una herramienta fundamental de esta conferencia es el inventario nacional de gases de efecto invernadero que lo conduce el Instituto Forestal para el Ministerio de Medio Ambiente”.

Al final del seminario se abrió la posibilidad de que los asistentes pudieran hacer preguntas.

En este sentido Constanza Andia, estudiante de quinto año en pedagogía y licenciatura en biología PUCV, señala que fue un momento muy interesante, ya que “se abordaron inquietudes que en los foros más abiertos son más útiles para poder objetar, reflexionar y aportar distintos puntos de vista con los que uno se va nutriendo. Pienso que todas las experiencias suman. Además, estas instancias son una muy buena manera de llevar la ciencia a la comunidad, ya que a veces uno le pierde la significancia al hecho de estudiar tanto si finalmente tus papers los leen muy pocas personas; entonces, tanta evidencia científica sin bajarla a la población no sirve de mucho”.

A esta actividad llegaron profesores, ex académicos, estudiantes y ex alumnos del Instituto de Biología. Fue el caso de Ana Valencia, quien ingresó a la carrera de Biología el año 2003. Ella comenta que ha continuado especializándose en su área de interés, primero con un Magíster y luego con un Doctorado. Actualmente, Ana trabaja en el centro CERES de la PUCV. Con respecto al seminario, considera que se trataron aspectos muy relevantes. “En algunas de las investigaciones que yo he desarrollado últimamente, este tema me ha generado cuestionamientos. Sin duda es una temática super atingente a lo que está pasando actualmente en el país, sobre todo con la COP25. Por eso siento que los científicos necesitamos incorporarnos a estas problemáticas, para saber cómo se está trabajando a nivel científico, porque hay mucha desinformación al respecto. Se debe empezar a ver formas de mitigaciones reales a largo plazo”.

Además, la investigadora del centro CERES recalca lo acertado que fue organizar este evento para dar a conocer el trabajo mediante evidencias científicas que se realiza en esta materia, lo que demuestra estar de acuerdo con las necesidades del país. Señala que es muy potente traer a investigadores de otras regiones, porque “así vemos la realidad a nivel nacional. Según lo expuesto por el Dr. Lara, agregó, se pudo observar que hay información que la ciudadanía comenta en las redes sociales, pero que a veces no lo hace con un conocimiento adecuado. Por lo tanto, necesitamos empezar a educar a las personas”.

Sobre ello Ana Valencia pone como ejemplo el caso de las plantaciones de paltos, y el de la crianza de animales, pero también cómo se están formando las plantaciones. Ese es el problema, asegura. No puede ser que estemos colapsados con nuestro sistema, y en este sentido es muy importante lo que está haciendo la universidad al dar a conocer esta realidad”, concluye Ana Valencia.  

Otro de los invitados al seminario fue el ex académico del Instituto de Biología James Robeson, quien declara haber estado durante prácticamente toda su vida en el Instituto. “Entré a estudiar en el año 1966 y la verdad es que nunca más me fui, salvo entre el año 1975 y 1981, cuando salí para realizar mis estudios de postgrado en el extranjero. Al volver, me integré al área de microbiología. Dentro de ese ámbito hice mi carrera académica con mucho orgullo, ya que pasé de ser ayudante sin honorarios hasta asumir el cargo de profesor titular, transitando por todas las etapas intermedias”.

James Robeson ha sido docente e investigador. Dijo que nunca trabajó en otra universidad ni piensa hacerlo: “Vivo con la camiseta tatuada. Esta vida no se refiere solo a lo académico, que es una arista importante; ya que no solamente tengo un vínculo racional, sino que también muy espiritual; en la universidad conocí a mi esposa y con ella formé mi familia. Además, ese vínculo me permitió conocer también a personas con las cuales he desarrollado una relación de amistad muy fuerte hasta el día de hoy”. Agrega que para él “la biología es una disciplina extraordinaria, por la belleza que se puede encontrar en todas las formas de vida, desde las moléculas hasta el ecosistema. A mi modo de ver es la disciplina primaria. Sin la vida humana y sin las ciencias naturales no hay ciencias sociales, no hay ingeniería, no hay arquitectura, ni agronomía, ni siquiera teología”, pero -confiesa- “ese es un tema más complejo”.

En cuanto al problema del medioambiente, que se ha convertido en una preocupación mundial, con impactos relevantes en nuestro país, el profesor Robeson opina que “estamos conscientes del problema, pero uno echa de menos un poco más de fortaleza en la solución. Me sorprendió el nivel de asistencia. Yo estaba acostumbrado a asistencias bastante menores en las charlas que se habían dado en el Instituto. Esta vez hubo muchas personas, gente joven, que, como lo dijo el Dr. Lara, son la esperanza hacia el futuro. Pero yo pienso que son la esperanza siempre y cuando no se integren al sistema productivo y a los intereses políticos y económicos, y que terminen en las gerencias. Pero es evidente que ahora hay una semilla de cambio. En cuánto tiempo ese cambio se va a concretar, no se sabe; porque se hace el cambio o el cambio nos hace a nosotros, ya que la naturaleza puede vivir sin el ser humano” sostiene finalmente.