Investigador de la PUCV busca los átomos perdidos del universo
El trabajo mancomunado de diversos profesionales de la astronomía utiliza radiotelescopios y telescopios ópticos.
Si pudiéramos ver las ondas de radio a simple vista con nuestros ojos, observaríamos destellos venir desde el cielo todos los días, un par cada minuto. Este interesante fenómeno que lamentablemente no podemos observar a simple vista se denomina Fast Radio Bust y son pulsos de onda de radio muy brillantes que duran milésimas de segundos y viajan en todas las direcciones en el cielo. Si bien se desconoce el fenómeno astrofísico que los origina, al académico del Instituto de Física de la PUCV, Dr. Nicolás Tejos, le interesa utilizarlos de medio para descubrir la ubicación de los “átomos perdidos” del universo.
Según lo explicado por el experto en Astronomía, desde la explosión del Big Bang se predice una cantidad de átomos de hidrógeno, helio y del resto de los elementos del universo y ha sido corroborada en el universo antiguo con diversas investigaciones. Sin embargo, en el universo tardío existe cerca de un 40% -50% de los átomos que no se han observado o identificado. En este sentido, estudiar las ondas Fast Radio Bust permitiría ver los átomos de hidrógeno a partir de los electrones libres.
La investigación que se realiza en conjunto con expertos de Australia y Estados Unidos, tiene como objetivo usar los pulsos electro-magnéticos para estudiar el medio intergaláctico, que es todo el material que existe entre las galaxias. Al respecto, el académico señaló: “Uno pensaría que entre las galaxias hay un espacio completamente vacío, pero la verdad es que está lleno de material, principalmente hidrógeno y helio. Los volúmenes son tan grandes que, si tu sumas toda la cantidad de átomos de estos compuestos que hay en el medio intergaláctico, corresponde al 90% de los átomos del universo y solo el 10% restante se encuentra en las galaxias”.
Estas ondas de radio cruzan el medio intergaláctico a grandes velocidades, lo que genera una distorsión del pulso y es esto lo que se utiliza para generar distintas mediciones. El Dr. Tejos, manifestó al respecto que: “esa distorsión es lo que yo puedo usar para estudiar lo que hay en este medio. En síntesis, lo que buscamos es ver las cantidades y temperaturas de estos dos compuestos y su distribución espacial, sabemos que existen, pero no a qué temperatura y densidad”. Agregando además que: “La teoría que tenemos nos da una predicción que funciona bastante bien y creemos estar en lo correcto, pero necesitamos las observaciones para poder confirmarlo. Esto lo podemos hacer estudiando el pulso de radio y haciendo un mapeo de galaxias, porque la galaxia nos muestra un poco donde están las estructuras a gran escala del universo, que son como una telaraña cósmica gigante en 3 dimensiones”.
Los radiotelescopios permiten identificar de donde provienen estas ondas y así estudiarlas. De momento se trabaja con 20 pulsos electro-magnéticos, pero según lo señalado por el Dr. Tejos, es necesario contar con cerca de 100 para poder proyectar el trabajo a mayor escala. Desde nuestro país el profesor del Instituto de Física utilizará los telescopios ópticos para buscar las galaxias desde donde vengan estos pulsos para determinar la distancia y obtener la energía de los mismos, lo que permitiría realizar un mapeo en la línea de visión del pulso y determinar la estructura a gran escala y los filamentos cósmicos que existen en cada una de esas líneas de visión en el cielo. Con estos datos será posible observar si existe una consistencia o no con la distorsión del pulso en el espacio intergaláctico y así construir una muestra lo suficientemente grande que nos permita obtener estadísticas de la densidad y la temperatura del medio intergaláctico.
Fuente Facultad de Ciencias