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Investigadora PUCV publicó estudio sobre producción ganadera y conservación de herbívoros silvestres

Artículo científico de la investigadora de la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Rocío Pozo Rodríguez, realizado en el marco del proyecto Anillo liderado por el académico Juan Luis Celis, fue publicado por la prestigiosa revista especializada ‘Trends in Ecology and Evolution’ (TREE).

21.07.21

La investigadora postdoctoral del proyecto anillo “Intensificación Ecológica, integrando el conocimiento de los servicios ecosistémicos para promover la agricultura sostenible en Chile" (ACT192027), PhD. Rocío Pozo publicó recientemente en la destacada revista TREE el artículo científico “Conciliar la producción ganadera y la conservación de herbívoros silvestres: desafíos y oportunidades”, en el que se abordan las interacciones entre agricultura y conservación, reconociendo que los conflictos entre los intereses de la producción ganadera y los de la conservación de herbívoros silvestres son un desafío global cada vez mayor.

Este importante hito es el resultado de más de tres años de intenso trabajo coordinado por parte de la autora y de los distintos colaboradores que participaron en los casos de estudio desde lugares tan distantes y remotos del planeta como son Escocia, la Patagonia Chilena, Mongolia y Botsuana. Sumado a lo anterior, el artículo no solo tiene el mérito de haber sido incluido en una de las revistas dedicadas a las ciencias de acceso abierto con mayor factor de impacto (17) en el mundo de las publicaciones científicas, sino que, además, se adjudicó el derecho a ocupar su portada.

De esta manera, el paper propone una mirada holística que aporta a la comprensión de los conflictos que subyacen entre la ganadería y los herbívoros silvestres alrededor del mundo, los que muchas veces no son abordados en conjunto por quienes se dedican a la producción de ganado y aquellos que investigan materias de manejo sostenible y la conservación de las especies silvestres involucradas, lo que dificulta generar líneas de acción participativas que reúnan a todos los actores involucrados en el proceso y que genere protocolos más eficientes, y acordes tanto para el beneficio de la naturaleza, como para el desarrollo humano.

Sobre el trabajo realizado, la investigadora postdoctoral PUCV Rocío Pozo Rodríguez, analizó el desarrollo y proyección de esta línea de investigación y, particularmente, de su publicación en TREE. 

¿Cuál es la problemática que da origen a este paper y porque decidió investigar los conflictos entre ganado y los herbívoros silvestres?

Esto surge de las ganas de tener un paper que a mí me hubiese encantado tener durante mi doctorado. ¡El paper que siempre busqué y nunca encontré! La razón más profunda además es que el estudio y comprensión de los conflictos en conservación —que son mi línea de investigación— son muy populares con especies más carismáticas, como es el caso de los carnívoros, i.e. leones, tigres y pumas, que son muy conocidos a nivel global, pero al mismo tiempo, muy temidos por la gente. Entonces, crear estrategias de mitigación con especies que son muy atractivas también es más atractivo en términos académicos. Sin embargo, en mi experiencia, existía un desconocimiento general de los herbívoros silvestres más comunes, así como de su relación con actividades productivas, como la ganadería. Es decir, especies que no necesariamente son percibidas como una amenaza, por lo que son parte de conflictos más bien invisibilizados, pero que ocurren de todas formas. Y eso lo empecé a notar trabajando con elefantes africanos.

Dónde las comunidades locales se quejaban de otras especies de herbívoros que no eran incorporadas en ningún proyecto. Patrón que más tarde se empecé a repetir cuando trabajé con productores en la Patagonia chilena. Este desconocimiento de las interacciones entre herbívoros, no sólo nos privaba de entender cómo hacer mejores planes de co-existencia, sino que, de entender el primer paso para el beneficio de ambos, el de tener información sobre cómo medir los impactos que había entre estas especies domésticas y silvestres.

Esto terminó de decantar en un taller en el que participé con ganaderos en Magallanes. Por eso uno de los casos de estudios es el de conservación de guanacos y producción de ovejas en Chile. En Patagonia se habla mucho de la interacción entre ovejas y pumas, pero nada del silente conflicto entre guanacos y ovinos. Así es que, dado que vivimos en un mundo geográficamente limitado, y que los humanos y nuestras actividades se han expandido exponencialmente en las últimas décadas, la motivación principal fue relevar que los conflictos en conservación pueden pasar con casi todas las especies involucradas en actividades humanas y la conservación vida silvestre. No solo con las especies carismáticas que todos conocemos de documentales en África.

Entendemos entonces que este artículo se buscó generar un mejor entendimiento entre la ganadería y la conservación de vida silvestre, proponiendo algunas alternativas participativas.

Primero que todo hay que reconocer que existen estos problemas. Es super importante darle el reconocimiento de que esto es algo real, que afecta a las comunidades locales, es fundamental. Y ahí salió la idea de identificar algunos de los desafíos que las comunidades y la conservación enfrentan, así como potenciales soluciones. Nos decidimos a ver qué cosas tenían en común y ver cuáles a de esas cosas en común podíamos sugerir salidas.

Muchas de las soluciones propuestas se enfocan en una mayor comunicación, un intercambio real entre la ciencia y la ganadería.

Sentimos que son dos grupos que generalmente están de espalda el uno al otro: nosotros(as), los científicos(as), hacia la producción agrícola, y los agricultores y ganaderos hacia la ciencia. En lo personal, como investigadora, hago un mea culpa porque como sociedad científica no hemos tenido la mejor manera de aproximarnos a las comunidades locales, de todo tipo. Desde agricultores a muy baja escala, como aquellos con los que trabajé en Botsuana, hasta grandes empresarios y productores, como los de la Patagonia. Si hay algo en común entre estos grupos, es que son comunidades de mucha tradición que llevan siglos practicando los mismos manejos.

Por ende, nuestro paper es una invitación a darnos vuelta, observarnos, respetar nuestro conocimiento y empezar a conversar, para conocer de mejor forma las percepciones de uno y otro, y crear soluciones juntos, donde nos escuchemos y de verdad pongamos en la mesa las cosas que estamos dispuestos a cambiar y las que no para ver cómo solucionar esas que no se pueden cambiar.

En la publicación se abordan casos de estudio en Escocia, Chile, Mongolia, Botsuana ¿Por qué fueron estos los lugares escogidos?

Elegir estos casos fue muy orgánico y se dio entre los mismos colaboradores. Cada uno de ellos trabajaba en cada uno de esos sitios y todos trabajan con herbívoros silvestres. De los casos de estudio yo conozco tres, y creo que esa fue la linda propuesta de TREE. Esta es una de las mejores revistas a nivel mundial y ellos mismos quisieron sumar casos de estudio para resaltar los lugares donde yo había trabajado como primer autor, e incorporar distintas especies de herbívoros. En Escocia trabajé dos años con conflictos entre la conservación de gansos y la ganadería ovina. Nadie piensa que un ganso es un herbívoro silvestre ¡Todos piensan que es sólo un pájaro! Por eso quisimos relevar que hay distintos tipos de herbívoros, y si, algunos de ellos vuelan.

La especie de gansos con la que trabajamos en Escocia arrasan con cultivos de cebada para la industria del whiskey y con las praderas destinadas a pastoreo para las ovejas en muchas partes del Reino Unido, y los productores no pueden hacer nada porque están protegidos. Entonces es un gran conflicto tanto para ellos, como para las organizaciones de conservación locales.

Después el de Botsuana se ligaba mucho a mi trabajo de doctorado. Tenemos colaboraciones muy bonitas con gente en diferentes países de África, que no quisimos dejar de lado. Los cercos y otros manejos que se hicieron en la década del ‘70 para evitar la transmisión de enfermedades de especies silvestres –que migran a lo largo y ancho de los países del continente africano- al ganado, es algo que se vive hasta hoy y que tiene un impacto en las especies silvestres y domésticas. Esos impactos en las comunidades de herbívoros, hacen que terminen afectando a la gente que co-existe o depende de ellos. Como humanos, muchas veces nos ha salido el tiro por la culata por tratar de controlar la naturaleza, y este es un buen ejemplo.

Respecto al caso chileno, tenía un compromiso muy grande con los ganaderos de acá y sus conflictos con la conservación de guanacos, así como con los colaboradores que trabajan en Chile en el tema. Finalmente, no quería dejar fuera Asia porque varios de los colaboradores trabajaron en distintas partes de este continente. En particular, tema de la venta de chalecos de cachemira es algo con lo que casi cualquier persona se puede identificar en cualquier parte del planeta.

Sin embargo, muy pocas personas saben que la lana de cachemira viene de una cabra que crece en las montañas de Mongolia, y que el manejo de estas cabras ha tenido un impacto enorme en las comunidades de herbívoros y carnívoros silvestres a través de la destrucción de su hábitat. Esta cadena de impactos, hoy lamentablemente se ha devuelto a las comunidades de productores locales, ya que todos somos parte del mismo sistema orgánico.

¿Cuál es la importancia de que este artículo haya sido publicado por la revista TREE?

Varios académicos más senior me han dicho ¡Me encantaría publicar en TREE! Y Si bien tengo muchos y buenos papers, nunca ha sido mi motivación el publicar en la revista dado su nivel de impacto. Pero si quería que este trabajo saliera para que estuviera disponible para todo público, en particular para esos estudiantes de doctorado que buscaban algún artículo sobre herbívoros cómo el que yo busqué. La verdad no sé cómo logró salir tan fácilmente, pero recibo el regalo con felicidad, publicar en TREE me parece increíble y el trabajo detrás de este artículo de verdad lo merece. De hecho, teníamos tres casos de estudio y después la revista nos dejó agregar un cuarto porque querían mostrar casos basados en mi currículum. ¡Increíble!

TREE tiene un factor de impacto de 17. Es muy importante, muy grande, y más importante que los números, es que ha sido muy bonita la experiencia con ellos. Lo recibo con mucha humildad. Siento que es un reconocimiento a un trabajo que no fue fácil de hacer. Hubo muchas complicaciones. Coordinar a tantos autores es difícil y creo que la revista refleja un poder muy personal que le tuve que poner para que esto saliera.

Para las mujeres en ciencias es aún más fuerte y difícil publicar. En este sentido, este paper es un símbolo de que lo que somos capaces de hacer, pero también es un recordatorio de que para las mujeres en ciencias es más difícil dada nuestra naturaleza reflexiva, o simplemente por lo que se espera de nosotras en la sociedad. Durante el proceso hubo momentos en los que sé que a una persona con mi mismo currículum que hubiese sido hombre no le hubiera pasado. Encuentro maravilloso que la voluntad y perseverancia que le puse, y le pusimos a esto con los autores, haya terminado en un lugar tan bonito y de tanto impacto como TREE, porque refuerza que teníamos razón. Que esto es importante, que es una pieza relevante y que mujeres jóvenes en ciencia sí lo pueden hacer.

¿Cuáles son tus anhelos como investigadora a partir de la publicación de este artículo?

Quiero aportar. Profesionalmente y personalmente espero que esto me abra otras puertas y me permita trabajar desde otras posiciones. Me encanta el equipo del anillo, tengo colegas maravillosos y tenemos una muy buena relación, pero también me encantaría poder transmitir esta experiencia a los jóvenes si en un futuro tengo la posibilidad de trabajar en una posición académica más estable. He sido muy afortunada y trabajadora para acceder a todas las cosas que he construido y muchas veces siento que las generaciones están un poco debilitadas. Me gustaría transmitir que sí se pueden hacer este tipo de trabajos y que hay mucha necesidad de una visión latinoamericana en otros sistemas y ecosistemas del mundo.

Lo mismo para Chile, donde siento que todavía somos una isla biogeográfica en términos científicos. He traído visiones de distintas partes que son aplicables a diferentes ecosistemas chilenos y me encantaría trabajar con colegas y estudiantes con los que pudiéramos abrir la mirada a una ciencia más global dónde todas las experiencias aportan a complementarla, porque esa mirada nos llevará a crecer, evolucionar y aportar a mejores procesos basados en ciencia de excelente nivel no sólo en Chile, sino que también a nivel mundial.

Fuente: Katia Mardones, periodista Escuela de Agronomía PUCV.

Adaptación Marcelo Vásquez, periodista Dirección de Investigación PUCV

Contacto investigadora.

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