El pasado 30 de septiembre finalizó el estado de excepción en nuestro país, esto es consecuencia de los avances que ha tenido Chile en la lucha contra la pandemia por COVID-19 y la vuelta a una “nueva normalidad”. Estos avances que se han visto reflejadas en diversos ámbitos de la sociedad también se han comenzado a dar en la Facultad de Ciencias de la PUCV, donde profesores de los distintos institutos y escuelas, han vuelto a trabajar en sus oficinas y salas del Campus Curauma, gracias al esfuerzo institucional de incorporar salas híbridas para docencia.

El profesor del Instituto de Química, Dr. Rodrigo Henríquez, destaca el trabajo realizado a nivel de la Universidad para poder volver a dictar clases en la Facultad, aunque sean de forma híbrida, señalando al respecto que: “a nivel institucional se ha desarrollado un gran trabajo tanto en los momentos más complejos de la pandemia como hoy, tiempo en el cual gozamos de una mayor libertad y movilidad.” Agregando también que: “Considero que las acciones tomadas fueron equilibradas siempre teniendo como eje principal el cuidado de la comunidad universitaria independiente que esto implica el cierre de las instalaciones”.

Más allá del trabajo docente de pregrado y postgrado, volver a utilizar las instalaciones ha permitido que se retomen importantes actividades de la Facultad de Ciencia como lo es la investigación. En este punto el Dr. Henríquez destaca el avance de en el esquema de vacunación en los alumnos, lo que ha permitido retomar trabajos de investigación que estaban en desarrollo antes de la pandemia, retomar o desarrollar los proyectos de investigación que se han visto retrasados o bien aquellos que son nuevos.

Esta vuelta a clases de forma híbrida, suponen un avance en el trabajo de los profesores y también ayuda a disminuir la dificultad de la docencia en relación a las clases que se desarrollaban completamente en línea. Al menos así lo cree el Dr. Henríquez, quien manifestó: “El sistema de clases virtuales u on-line, claramente significó un proceso de acostumbramiento pasando desde las clases asincrónicas a sincrónicas y finalmente híbridas (en lo que a pregrado se refiere). Como todo proceso significó un trabajo adicional, sin embargo, hoy puedo decir que si me acomoda y que me he acostumbrado a este sistema”. Pese a lo anterior, valora el trabajo que se puede realizar de forma presencial en clases, comentando al respecto: “considero que la presencialidad no sólo trae beneficios al profesorado, sino que también a los alumnos que pueden asistir de manera híbrida. Yo veo como ellos participan activamente de las clases, cosa que se da, pero en mucha menor proporción, con respecto a aquellos que lo hacen de manera virtual. Esto me lleva a pensar que los alumnos presenciales pueden sacar más provecho de nuestras clases”.

Pese al buen desarrollo de las clases y la positiva evaluación que se puede hacer de esta experiencia, el proceso no ha estado exento de dificultades, es por ello, que volver a la normalidad se vislumbra como un anhelo para el docente del Instituto de Química. En este sentido el Dr. Henríquez hace énfasis en la mayor participación de los alumnos que están en clases presenciales, además de la posibilidad de utilizar de mejor manera las herramientas aprendidas durante este periodo como son las TIC´s.

Fuente: Facultad de Ciencias