Jorge Guajardo, Ingeniero Civil Electrónico de nuestra Escuela y estudiante de segundo año del Magíster en Ciencias de la Ingeniería, mención Ingeniería Eléctrica, realizó durante el segundo semestre del año pasado una pasantía de investigación para complementar sus estudios del posgrado en el Institut National de la Recherche Scientifique (INRS), en Montréal, Canadá, bajo la supervisión del Dr. Leszek Szczecinski, investigador en el área de la aplicación de técnicas para el tratamiento de señales.

"El trabajo de Jorge apuntaba el desarrollo de algoritmos de procesamiento de señales para la transmisión de alta velocidad en presencia de imperfecciones de recepción. En particular, tratamos el tema de seguimiento de fase que es primordial para asegurar que los datos transmitidos serán correctamente recibidos a partir de la transmisión inalámbrica. Es un tema fundamental en cualquier sistema de comunicación. La idea detrás el trabajo de Jorge fue el usar los algoritmos del área de inferencia probabilística bayesiana usando aproximaciones para reducir la complejidad de esos métodos", señaló el académico.

A continuación, los detalles de la experiencia, comentada por el mismo estudiante:

En primer lugar: ¿por qué entrar al programa de magíster?

Jorge (J): Cuando empecé a trabajar como asistente de investigación con el profesor Mauricio Rodríguez, él me dijo que si me gustaba el área existía la posibilidad de seguir trabajando, y me propuso la idea de darle continuidad a mis estudios entrando al magíster. Me interesó mucho y aproveché la oportunidad.

¿En qué ha consistido tu trabajo con el profesor Rodríguez?

J: He estado involucrado en el estudio de propagación, de cara a las próximas redes 5G. En lo que transmisión de equipos de alta frecuencia y la observación del comportamiento que hay en distintos escenarios (...) Es ampliar el uso que se le da a las redes móviles. Lo que busca el 5G es poder dar una implementación efectiva al IoT o Internet de las Cosas. Se trata de "juntar" las tecnologías. Por ejemplo, si tienes un semáforo inteligente y unas calles más atrás, un vehículo inteligente, gracias al IoT se puede lograr que el auto sepa de qué color está el semáforo. Un estacionamiento también, podría funcionar bajo la misma idea, dando a conocer espacios disponibles y dónde están ubicados.

¿Cómo surgió la idea de realizar la pasantía en el extranjero?

J: Todo comenzó en febrero del año pasado, porque el profesor Rodríguez trabajaba (y trabaja) con el profesor Rodolfo Feick, de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM). El profesor Feick fue quien conocía a Szczecinski, quien había venido y le había comentado la existencia de un programa de pasantías de investigación para estudiantes de posgrado. A mitad de febrero, el profesor Rodríguez me preguntó si estaba disponible. Luego vino el papeleo en marzo. En junio me dieron la aprobación y me señalaron que podía utilizar el financiamiento como máximo hasta fines de febrero. Como yo estaba terminando el pregrado, coordiné con el profesor Rodríguez para poder irme lo antes posible. Defendí mi tesis de pregrado a fines de agosto y unos días después ya tenía el vuelo a Canadá. De un miércoles a un sábado, más o menos.

¿Qué requisitos te pidieron para obtener el beneficio?

J: Me pidieron ser estudiante de posgrado a tiempo completo. El comprobante que acredite eso. Dos cartas de recomendación. Una solicitada al profesor Francisco Pizarro, quien ve el tema de las relaciones internacionales en la Escuela, y otra al profesor Gonzalo Farías, director del programa de magíster. Además, una carta motivacional personal. El papeleo se lo debía entregar al profesor Szczecinski, quien gestionó la mayor parte del proceso desde allá.

¿En qué consistió el beneficio?

J: La beca son 9.700 dólares que cubrieron mi estadía por los seis meses. Eso se repartía mes a mes, haciendo unos 1.600 dólares mensuales que yo debía distribuir para los fines que estime conveniente, ya sea alimentación, traslado, hospedaje, etcétera.

¿Qué tal fue tu trabajo en Canadá?

J: Dos semanas antes ya sabía el tema que iba a estar estudiando esos meses. La pasantía consistía en desarrollar habilidades de investigación, lo que se hacía entrando a lo que estuviera desarrollando el profesor al interior del INRS. Me dió dos papers para interiorizarme en el tema, y luego me dijo que usase MatLab para empezar a trabajar en lo que él hacía, que tiene que ver con la decodificación de mensajes: si envías un bit, tienes que saber en qué fase viene el bit enviado. Lo que a él le interesaba era que yo generase un proyecto nuevo con ese material. Sin embargo, decidimos dejarlo hasta ahí ya que el tema se estaba complicando muchísimo, demoré cuatro meses en ponerme al día.

¿Qué dificultades se presentaron durante tu estadía?

J: Bueno, como el profesor hablaba español, el idioma no supuso una barrera. Eso sí, para mí fue estresante. A finales de diciembre yo todavía no entendía mucho del tema. Eran cuatro meses encima y sentía que no había avanzado. El profesor sin embargo, se lo tomó con calma, y me dijo que no había problema si no resultaba como esperábamos. Tuvimos un break que me sirvió bastante para relajarme y poder avanzar a un mejor ritmo, lo que me permitió entender mejor qué no había hecho. Continuidad tampoco podíamos tener, ya que yo regresaba a Chile, y el área que trabaja el profesor Szczecinski no tiene relación con las líneas de investigación de los profesores de la EIE, de manera de que si él no podía contestar a alguna inquietud mía, no tendría un punto de referencia inmediato. Finalmente, todo concluyó en estar seis meses aprendiendo de un tema completamente nuevo, incluso haciendo simulaciones para entenderlo a fondo, por lo que lo tomé como una oportunidad de desarrollo profesional.

¿Cómo fue vivir en Montréal?

J: Es diferente. Creo que esa es la palabra. Canadá no es en nada parecido a Chile. Montréal es bastante tranquilo, y circular por la ciudad se hacía fácil ya que el transporte está muy bien distribuido. Llegué en pleno verano, mientras aquí era invierno todavía. Hacía un calor infernal. Pero más adelante, también venía el invierno para ellos, y no era raro que la temperatura no subiera los -15°. Se me congelaban las manos, pero todo estaba calefaccionado. Algo que me llamó mucho la atención fue que todo estuviera conectado subterráneamente. Recuerdo que hubo un día en que incluso se suspendió todo, ya que había un metro de nieve por todos lados y tuve que comprarme ropa adecuada.

¿Qué mensaje entregarías a otros estudiantes que deseen realizar este tipo de estadías?

J: Creo que tienen que buscar las posibilidades para encontrar estas pasantías, que les van a aportar una perspectiva diferente en todo. Uno puede aprender qué hacen allá, cómo lo hacen. Cambia hasta el idioma. Todo esto sirve para ver cómo funciona el resto del mundo.

Para conocer más sobre los beneficios que el gobierno canadiense ofrece a estudiantes de pre y posgrado, puede visitarse el sitio web oficial.