15 DE JUNIO, 2023

ROYALTY MINERO, GOBERNANZA Y DESARROLLO REGIONAL

El recientemente aprobado royalty minero proporcionará más recursos para incrementar el gasto público regional y local. La transferencia de recursos es un primer paso en el anhelado objetivo de lograr una mayor descentralización en Chile, lo que, en última instancia, implicaría también una mayor autonomía fiscal y una mayor transferencia de atribuciones desde el gobierno central a los gobiernos regionales y locales.

En momentos en que la gestión municipal se ha visto empañada por sucesos de alta connotación pública, toma más relevancia que nunca la necesidad de acompañar los esfuerzos de transferencia de recursos con el desarrollo de acciones que fortalezcan la gobernanza territorial. Esto implica aspectos como la eficiencia y eficacia del gasto o las capacidades de diseño, monitoreo y evaluación de proyectos, pero también otros, como el control de la corrupción y una mayor rendición de cuentas. Los organismos del gobierno central mandatados a promover el desarrollo regional y territorial tienen un rol preponderante en promover iniciativas que fortalezcan las capacidades de los gobiernos subnacionales.

Amartya Sen, Premio Nobel de Economía de 1998 y una voz de consenso en el debate sobre el desarrollo, planteaba el desarrollo humano como la ampliación de las capacidades de las personas para que puedan expresar su potencial intrínseco y llevar a cabo sus aspiraciones y proyectos de vida. Lo mismo aplica para los territorios. El desarrollo regional y territorial implica que las regiones y sus comunidades expandan sus capacidades para diseñar y gestionar sus propios proyectos de desarrollo, en armonía con los objetivos de desarrollo nacional por los que también debe velar el gobierno central.

En mi opinión, fortalecer las capacidades de gobernanza territorial también es ampliar las capacidades de los territorios, de sus comunidades y, por ende, es también desarrollo regional.