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ENE Opiniones

31 DE ENERO, 2024

PARA LA GALERÍA

Eduardo Cartagena Novoa

EDUARDO CARTAGENA NOVOA

Magister en Administración de Empresas (MBA), Universidad de Chile.

Ingeniero Comercial, PUCV.

Académico, Escuela de Negocios y Economía, PUCV.

eduardo.cartagena@pucv.cl

El actual Gobierno, aparentemente, continúa actuando sólo para su galería, es decir, para ese 30% aproximadamente que constituye su núcleo de apoyo duro. Allí tenemos, como ejemplos, los indultos presidenciales, las pensiones de gracia para la “primera línea”, que validan el “octubrismo”, el diseño de la industria del litio, la ley corta de ISAPRES, la ambigüedad en el control de la seguridad, las restricciones a los estados de excepción, en el norte y en el sur, además de lo observado en la reforma previsional, y la intervención del diputado Ibáñez, poco antes de votar la idea de legislar en la Cámara, donde prevalece la ideología de no más AFP, reemplazándolas por una industria más fragmentada, con posibilidades de que el Gobierno tomara el control, y que fue rechazado en la Cámara, lo mismo que el corazón de la reforma: el destino del 6 % de cotización adicional.

Al comienzo, el Gobierno quería todo para él, y quizás repartirlo entre los pensionados actuales y futuros; Ante el rechazo de esta idea, se propuso un 2% para capitalización individual y el otro 4% para reparto o “solidaridad”; Como tampoco se aceptó, propuso un 3% para un seguro social, para los actuales jubilados, 1% para fortalecer el empleo femenino y 2% para capitalización individual; Como tampoco tuvo asidero esta idea, en las negociaciones surgió un 3% para seguro social y, del otro 3%, un 70 % a capitalización individual, es decir 2,1% en total, y el otro 30% para “solidaridad intrageneracional”, es decir un 3,9% en total, muy parecido a lo anterior. Todo esto se rechazó en la Cámara, sin acuerdo sobre el destino del 6% de cotización adicional, emblema de esta reforma.

Los trabajadores desean toda su cotización para ellos, porque la generan, pero bien administrada, en una industria de pensiones modernizada, no sólo estatal, pero en el fondo, la idea del Gobierno, es establecer otro impuesto, disfrazado, a los trabajadores, a parte del impuesto a la renta de segunda categoría ya vigente, porque dispondría de estos recursos el propio Gobierno, pero no los trabajadores, como el IVA, de allí que se le pide a las autoridades que se sinceren, y financien la “solidaridad”, con recursos generales, otros impuestos, mayor eficiencia en el gasto, mayor crecimiento económico, entre otras fuentes, quizás con esto se podría facilitar un verdadero acuerdo fiscal.

En mi opinión, mientras el Gobierno mantenga un doble discurso, uno refundacional para su galería, y otro dialogante, las confianzas no se recobrarán y será muy difícil avanzar en cualquier materia fundamental.