Este descubrimiento fue posible dada la observación que realizaban los investigadores de rocas espaciales entre la Tierra y Venus.

Mientras utilizaban el telescopio de Magallanes para realizar observaciones en el trabajo de Tesis de Magíster, de Camila Aros, un grupo de investigadores donde se encontraba también el Dr. Cristóbal Sifón, participó en la confirmación de tres asteroides que habían sido avistados por primera vez horas antes por otro grupo de astrónomos. Dos de estos asteroides orbitan entre el Sol y la Tierra, mientras que el restante, el más grande de entre 1,3km y 2km, cruza su órbita con la de nuestro planeta y lo convierte en un objeto potencialmente peligroso para nuestro planeta.

Según ha logrado explicar el académico del Instituto de Física, Cristobal Sifón, el hecho de las orbitas se crucen no quiere decir que necesariamente estos cuerpos vayan a chocar entre sí, señalando al respecto que: “Si observamos las órbitas de la tierra y el asteroide sobre una pizarra, pantalla o papel, podríamos decir que estos cuerpos interceptan sus orbitas y eventualmente terminarían impactando entre sí, pero si lo llevamos a la realidad y un modelo en 3 dimensiones, la verdad es que si bien comparten puntos en sus orbitas se cruzan, no comparten puntos”.

La observación de asteroides es una tarea compleja, debido principalmente, a que se puede realizar en un periodo muy corto de tiempo, aproximadamente 15 minutos por noche, donde el Sol debe dar la suficiente luz para reflejarse en una de sus caras, pero no tanta como para impedir su observación. Al respecto Sifón comentó que: “lo que debemos hacer es encontrar el balance entre evitar lo más posible el Sol y también aprovecharlo durante la noche, esto depende un poco del telescopio, se define un momento en que el Sol ya no es peligroso para el telescopio y tiene que ver un poco con la elevación que tiene, dado que debe estar aproximadamente a 20° bajo el horizonte”. Agregando también: “existe esta ventana que al resto que hace observación no les sirve mucho, porque el Sol molesta y dificulta la actividad. Esta fue la ventana que aprovechó nuestro equipo de investigación ya que nos servía y nos encontramos con esto. Es poco tiempo, son app 15 minutos de cada noche”.

Si bien hay varios asteroides en el espacio, la corta ventana de observación que existe al día para poder observarlos, hace que estos descubrimientos no sean tan comunes como uno pensaría y más aún, con una órbita como la de este, al respecto el Dr. en Astrofísica, comentó que los asteroides tienen comúnmente una órbita que no va más allá de la tierra y este en particular tiene una órbita que va más allá de nuestro planeta.

Por otro lado, y según ha logrado precisar el académico del Instituto de Física, la observación de estos eventos se conoce como eventos transientes, especificando al respecto: “Los eventos transientes son aquellos que aparecen y desaparecen, ya sea una vez o repetitivamente, los asteroides son un ejemplo transiente repetitivo al igual que estrellas que sueltan llamaradas o pulsares, mientras que en los no repetitivos están las supernovas, que es la explosión de una estrella”. Todos estos casos son anunciados rápidamente a la comunidad científica, para que otros grupos puedan estudiarlos también y obtener la mayor cantidad posible de información al respecto.

Fuente Facultad de Ciencias