La iniciativa cuenta con un equipo investigador integrado por las docentes Dra. Katia Sandoval y Dra. Sandra Catalán (PUCV) junto a Ph.D. María Paz Gómez (Universidad de Los Andes). Además de tesistas, ayudantes de investigación y personal de apoyo interdisciplinario.

Según se detalla, la investigación busca determinar la efectividad de una estrategia pedagógica basada en Investigación Acción Participativa, que resignifica las prácticas de los docentes y profesionales PIE(Programa de Integración Escolar), sobre el desarrollo de las capacidades cognitivas pensamiento crítico, resolución creativa de problemas y funciones ejecutivas, y sobre las aptitudes socioemocionales prosocialidad y autoconcepto de los estudiantes con Alta Capacidad y Doble Excepcionalidad pertenecientes a establecimientos municipalizados de la Región de Valparaíso.

Producto de acontecimientos como el paro docente, el estallido social y la pandemia, el equipo ha debido reorganizar sus actividades planificadas y actualmente están trabajando con 74 niños de quinto a octavo básico de 4 establecimientos de la zona, quienes han apoyado el desarrollo de la iniciativa: Escuela Ecuador y Colegio Juanita Fernández de Viña del Mar, Colegio Guardiamarina Guillermo Zañartu Irigoyen de Quilpué, y Escuela España de Los Andes (3 municipales y 1 particular subvencionado).

Desde el equipo ejecutor cuentan que se reúnen todos los viernes en sesiones on line que duran 1 hora y 10 minutos para abordan diversos temas con desafíos cognitivos que buscan generar un pensamiento flexible. “Más que temáticas es aprender a pensar”, aclaran las especialistas.

Las sesiones promueven el trabajo colaborativo y la participación de las familias. “Esta oportunidad ha permitido integrar a las familias en el quehacer, para que no quede solo en el proyecto y la escuela”, releva la Dra. Sandra Catalán.

El equipo desarrolló material de actividades y un kit de implementos que les hicieron llegar a través de los colegios, o lo llevaron hasta sus hogares. También se adquirieron sistemas de conectividad y préstamos de equipamiento para tener acceso a las clases.

Este interesante trabajo se verá reflejado en un manual para implementar un trabajo con personas con Alta Capacidad en las escuelas, basado en evidencias y desde la literatura especializada.

¿Pero qué tan instalada está la temática de la Alta Capacidad en las escuelas? La Dra. Katia Sandoval responde: “llevamos harto tiempo trabajando y no es algo instalado en las escuelas, de a poco se han abierto espacios, pero siguen invisibilizados”.

La falta de espacios para su desarrollo integral y la existencia de mitos asociados como no tener mayores requerimientos al tener Altas Capacidades se han hecho más evidentes en pandemia.

Macarena Schiller, titulada de Educación Especial PUCV y apoyo técnico en el proyecto, añade que “al trabajar con priorización curricular, el grupo de Alta Capacidad queda relegado, porque lo que participar de este grupo ha sido positivo para ellos”.

Asimismo, si presenta una Doble Excepcionalidad, es decir, tener Alta Capacidad y alguna necesidad de apoyo como autismo, déficit atencional o dificultades de aprendizaje, por ejemplo, la atención en la escuela se complejiza aún más.

Por eso, como equipo han promovido la instalación de competencias en los equipos psicoeducativos presente en los PIE para fomentar y atender la Alta Capacidad. “Es un tema de derechos, están allí, pero no los atienden”, expresa la Dra. María Leonor Conejeros.

“Hemos hecho mucha capacitación al personal administrativo, de servicios, directivos, profesores y asistentes de aula para instalar el tema de la Alta Capacidad. A pesar de eso, cuesta porque se cree que hay que trabajar con ellos fuera de aula, pero la educación de Alta Capacidad debe estar en la lógica inclusiva y no sólo desde el déficit, sino que una mirada desde las fortalezas, y eso ha costado con los profesores”, señala la investigadora responsable del proyecto.

Esto implica, a juicio de la especialista, un diseño previo global que incluya una mirada diferenciada. “Un primer paso para contribuir a trabajar con todos los alumnos y que cada uno avance a su ritmo”, añade.

“Con sentido de preocupación señalo que es un trabajo lento, si bien hay programas de talentos como el Programa Beta en la Universidad, eso no se plasma en el trabajo de las escuelas y son iniciativas aisladas. ¿Cuándo como país nos haremos cargo de este tema y lo instalaremos en la escuela? Los años pasan y hay generaciones sin espacios de mayor desarrollo y reconocerse de Alta Capacidad (…) Si el talento no se trabaja, se pierde. El rol de los profesores es tremendo al descubrir esos talentos a veces invisibles. Me preocupa la lentitud y cuántas generaciones se han perdido de potenciar sus talentos”, señala María Leonor Conejeros.

Producto de esta invisibilización, muchos estudiantes se van de la educación formal, ya que sienten no se abordan sus necesidades académicas y socioemocionales, expone la Dra. María Paz Gómez.

Esto ha llevado a que muchos padres se hayan empoderado del tema y organizado para impactar en la sociedad con la temática.

“Esto no es un beneficio, es un derecho al que ellos pueden apelar como niños y adolescentes. Ellos se van con esa apertura de mundo, que se sientan reconocidos y con respuesta a sus necesidades”, manifiesta la profesora Sandra Catalán

Como proyección, esperan que su trabajo se vea reflejado en la visión, política y estructura de la formación de profesores en la Universidad; incidir en políticas públicas; y lograr un trabajo mancomunado con otros actores sociales para visibilizar la temática de la Alta Capacidad.

Si quieres saber más de su trabajo, revisa su web y red social en Facebook:

www.2e.cl (web)

@AltaCapacidadChile (Facebook)