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PUCV solicita patente para innovador proceso que revaloriza los residuos de la industria quesera

La iniciativa, liderada por la académica de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, Cecilia Guerrero, permite obtener prebióticos como la tagatosa, biomasa y bioplásticos biodegradables.

11.06.2025

En un escenario donde el desarrollo de tecnologías sostenibles resulta fundamental para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, especialmente en ámbitos tan relevantes como la industria alimentaria, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, a través de la académica de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, Cecilia Guerrero, solicitó una patente internacional ante la oficina Española de Patentes y Marcas para proteger el desarrollo titulado “Purificación de disoluciones por transformación selectiva de azúcares y otros compuestos orgánicos en biopolímeros de acumulación intracelular utilizando células en reposo”.

Esta tecnología fue desarrollada en conjunto con el académico Ernesto González, de la Universidad Complutense de Madrid, y consiste en un proceso enzimático para la síntesis de la tagatosa, un edulcorante no sintético que posee propiedades prebióticas y antioxidantes, a partir de la lactosa, un subproducto de la industria quesera. 

De este proceso enzimático se genera una mezcla compuesta por lactosa sin reaccionar, tagatosa y otros carbohidratos que no presentan efecto prebiótico. En este sentido, y debido a la dificultad de separar los compuestos resultantes del proceso enzimático mediante técnicas tradicionales, se propone utilizar fermentación para transformar los carbohidratos no prebióticos en biomasa y PHB, un biopolímero de alto valor agregado. De esta forma, a partir de un residuo como la lactosa, el proceso permite obtener tanto tagatosa como biomasa y PHB, siendo un proceso más sustentable y en línea con los principios de la química verde y la economía circular.

Impacto en salud y sostenibilidad

Los prebióticos pueden mejorar la digestión, reforzar el sistema inmunológico y ayudar en la prevención de enfermedades como alergias alimentarias o cáncer de colon al modular la flora intestinal. Por su parte, el PHB representa una alternativa compostable al plástico convencional, contribuyendo a la reducción de residuos y la mitigación del cambio climático. Adicionalmente, la biomasa microbiana generada aporta un insumo nutritivo para la industria agrícola y pecuaria, cerrando el ciclo de una verdadera economía circular.

Importancia de patentar

Con el objetivo de proteger la propiedad intelectual de la tecnología e incentivar el interés de empresas del rubro, facilitando así su transferencia tecnológica, se solicitó la patente con el apoyo de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la Universidad. “Cuando una tecnología tiene la posibilidad de salir al mercado, además de resolver una problemática que afecta a la sociedad, es importante contar con una patente de invención”, señaló Cecilia Guerrero.

Es importante destacar que tanto los prebióticos como la tagatosa responden a necesidades concretas en el ámbito de la salud humana, mientras que el PHB representa una alternativa viable y sostenible frente a los plásticos convencionales. 

En este contexto, la académica señaló que a mediano y largo plazo el desafío principal será escalar el proceso de laboratorio a una planta industrial. “Hay que buscar el partner industrial que esté dispuesto a invertir en procesos innovadores y más sostenibles, que sean amigables con el medio ambiente, sabiendo que esto tiene un costo adicional, pero que entrega múltiples beneficios tanto económicos como sociales y medio ambientales”, añadió.