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PUCV solicita patente para innovadora tecnología que fabrica pellets cerámico-poliméricos para impresión en 3D

Con apoyo de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL), el equipo de investigación presentó la solicitud ante INAPI, marcando un hito en el avance de esta innovación hacia su aplicación industrial.

09.05.2025

Como una propuesta innovadora para la fabricación de pellets utilizados en impresión 3D, se presenta la tecnología “Método de producción de pellet para impresora 3D compuesto por polímero y cerámica”, desarrollada en la Escuela de Ingeniería Química de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), y que recientemente dio un paso clave hacia su proyección al mercado con una solicitud de patente ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI).

La tecnología propone una nueva metodología de producción basada en el proceso de emulsión y evaporación por solvente, una técnica ampliamente utilizada en el ámbito de la salud para la microencapsulación de medicamentos, que en este caso ha sido adaptada para fabricar pellets con un alto contenido cerámico y una menor proporción de polímero. Este método no solo es de bajo costo, sino que además permite reducir significativamente los tiempos de manufactura.

El desarrollo fue llevado a cabo por un equipo interdisciplinario liderado por la académica Dreidy Vásquez, de la Escuela de Ingeniería Química, junto al profesor Francisco Pizarro, de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, y los ingenieros civiles químicos Rodrigo Ruz y Daniela Tapia.

Protección y proyección hacia la industria

Proteger las investigaciones resulta esencial para que los derechos de los titulares e inventores sean resguardados y se brinde mayor valor a la hora de negociar una posible licencia de la tecnología. Se impide que terceras personas exploten comercialmente la invención por un periodo de 20 años, a cambio de revelar la invención al público. Con esto último se contribuye al desarrollo de la sociedad para seguir avanzando en nuevas investigaciones.

Para la académica, tener una patente es relevante ya que “el proceso de impresión 3D está cada vez más industrializado; es un sector productivo en mucho crecimiento a nivel global, así que poder contribuir a través de este desarrollo es muy importante. Podemos hacer luego una transferencia y licenciamiento de esta tecnología a empresas emergentes y que así se contribuya a la investigación y desarrollo de estos dispositivos en Chile, dispositivos que son importantes para el área de telecomunicaciones terrestres y espaciales”.

Asimismo, Vásquez destacó el rol de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento e indicó que “Es un actor importante en este proceso. Yo no había pensado en patentar este desarrollo hasta que la OTL hizo el scouting, y luego nos han acompañado en todo el proceso: con el estudio de patentamiento, con los abogados para la redacción de la patente y con mucha paciencia”. 

La profesora además comentó que sus colegas están motivados en hacer investigación aplicada, por lo que recomienda que “Tengan confianza y déjense apoyar por la OTL en este proceso”.

La coordinadora de la OTL PUCV, Vania Badilla, valoró el arduo trabajo desarrollado por el equipo de investigadores compuesto por académicos y alumnos “este tipo de desarrollo es de largo aliento y la solicitud de patente marca un hito importante en este camino hacia la transferencia de la tecnología, donde la Oficina de Transferencia y Licenciamiento, los seguirá apoyando”.

Antecedentes de la tecnología 

La iniciativa surge a partir de una necesidad planteada por el profesor Francisco Pizarro a la académica Vásquez, en relación con la creación de materiales adecuados para fabricar dispositivos electrónicos de alta frecuencia que pudieran imprimirse con impresoras de bajo costo.

Fue así como se desarrolló esta metodología que demuestra cómo el proceso de emulsión y evaporación por solvente permite obtener pellets con alto contenido de cerámica, donde una pequeña proporción de polímero hace posible la fabricación de antenas de telecomunicaciones para altas frecuencias, a través de impresión 3D en impresoras tipo FDF, reduciendo significativamente los tiempos de manufactura.

Esta tecnología se originó gracias a un proyecto interno de la Vicerrectoría de Investigación, Creación e Innovación, que permitió realizar una prueba de concepto, y posteriormente obtuvo financiamiento a través del proyecto FONDEF Idea ID22I10041, con el apoyo de las empresas Ocular 3D e IRPA SPA. Como resultado, se alcanzó un prototipo con un nivel de maduración tecnológica TRL 4. Actualmente, el equipo trabaja en el escalamiento productivo, con miras a incorporar nuevos actores y continuar levantando recursos tanto públicos como privados.