Biblioteca Abierta de Curauma: Ocio y estudio en un mismo lugar
Con sus más de 1.200 mts2 de infraestructura, destinados tanto a la comunidad universitaria como a los vecinos del sector, esta biblioteca de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha sido pionera en su vinculación con el entorno, y aspira a profundizar esta identidad.
"Se empezó a soñar este tipo de biblioteca cuando estábamos en el año 2007, ya que se estaba ejecutando un plan estratégico que decía que la biblioteca tenía que ser inteligente, lúdica y acogedora." Así resume la directora (I) del Sistema de Biblioteca de la PUCV, Marisol Fernández, la génesis de la Biblioteca Abierta de Curauma.
Inserta en el Campus del mismo nombre, que alberga además a la Facultad de Ciencias, la Escuela de Periodismo, la Capilla San Alberto Magno y otros recintos universitarios, la biblioteca se ha convertido no sólo en un espacio de estudio, sino que también en uno de encuentro, tanto para la comunidad residente, como para los mismos estudiantes, académicos y funcionarios, dadas las particulares características que posee.
Una oportunidad fundamental para concretar el proyecto de la Biblioteca Abierta, fue aprovechar la inauguración del Campus, el año 2009. "Como Sistema de Biblioteca, nos dimos cuenta que estábamos muy encerrados en una concepción clásica hacia nuestros usuarios internos. Por otro lado también se dio la coyuntura de la inauguración del Campus Curauma, que es un campus cuya concepción también está alineada con la política de la autoridad superior, que es una universidad abierta a la comunidad, por lo tanto el campus no tiene rejas, por ejemplo, y la biblioteca también consideró pertinente el abrir sus puertas a la comunidad", indica la directora (I). Con esta impronta, el jueves 5 de noviembre del 2009 se inauguró el Campus Curauma, y en el año 2010, su Biblioteca Abierta.
¿Cómo se concreta esta apertura de la biblioteca? Marisol Fernández parte por señalar que "ésta no es una biblioteca que sea académica propiamente tal. Existen infinidad de variedades de bibliotecas, pero bibliotecas universitarias y académicas, son pocas las que tienen las características de ésta. Hay colecciones que en una biblioteca universitaria generalmente no se encuentran, como deportes en la naturaleza, cocina, tejidos, libros didácticos, libros de ciencia para los niños. Por eso somos únicos.". En este sentido, y sin perder el norte de su orientación principal, que es de carácter académico esta biblioteca se diferencia de las demás en varios aspectos, siendo los más sustantivos su infraestructura, y sus colecciones, compuestas por 14.276 libros y 1.211 películas.
En el primer piso está el Fondo Cultural, compuesto especialmente por colecciones infantiles, culturales y de cine arte y comercial en formato DVD, que están disponibles para toda la comunidad universitaria y para los vecinos del sector que se registren previamente. Para ello, deben llevar un Certificado de Residencia e inscribirse como grupo familiar (al menos 2 personas) y pagar una membresía anual de $10.000, lo que les permite solicitar hasta 4 ejemplares –ya sea de libros o películas- por ocasión. Actualmente, hay 40 familias inscritas.
En el segundo piso, cuenta con 14 cubículos para 6 personas cada uno, que los estudiantes pueden reservar para estudio o u otras actividades académicas. Además, están disponibles las colecciones específicas de las carreras que los institutos de Física, Química y Biología, y las escuelas de Periodismo y Kinesiología, además de Tecnología Médica, imparten en el campus.
LA CULTURA COMO EJE
Durante sus 6 años de funcionamiento, la Biblioteca Abierta de Curauma ha albergado continuamente exposiciones de divulgación científica del Programa Explora, así como también una exposición de Claudio Girola, destacado escultor y docente fundador de la Escuela de Arquitectura de nuestra Casa de Estudios, y de la Ciudad Abierta de Ritoque, lugar en el que desarrolló su labor como escultor y profesor en la carrera de Diseño Gráfico.
De esta forma, paulatinamente se ha ido transformando en un espacio para diversas manifestaciones culturales. "Queríamos transformarnos en un centro cultural, en algo que acogiera a distintas expresiones artísticas o sociales. Por ese motivo se contactó a las organizaciones vivas de la comunidad: juntas de vecinos, Museo de Placilla, centro cultural. Por lo tanto el diálogo comenzó de organización a organización, para ser un aporte sustantivo, y no una competencia. Este fue nuestro norte: albergar cualquier expresión que necesitara una vitrina hacia la comunidad, y así formar un espacio acogedor, lúdico e inteligente, para el ocio", indica Marisol Fernández.
En este sentido, durante este año 2016 se ha establecido una alianza con habitantes del sector, encabezados por la señora Teresa López Titus, quien durante los próximos meses impartirá talleres de Pintura en dependencias de la biblioteca, a niños y adultos mayores. Además se contempla la realización de otros talleres: "Ya se lanzó un tríptico con las actividades de la Biblioteca y la Capilla, y se entregó a los condominios del sector para que participen", indica Juan Torres, Bibliotecario Jefe de Curauma, quien hace 2 años está a cargo de este espacio, y ha sido el encargado de recibir a delegaciones de colegios y jardines infantiles, quienes por ejemplo han podido disfrutar de tardes de cine en la Sala Ágora de la Biblioteca, espacio multifuncional que tiene equipamiento para realizar actividades académicas, ciclos de cine y de música.
Como todo proyecto en consolidación, la Biblioteca Abierta de Curauma aún tiene metas por cumplir, y Marisol Fernández se atreve a soñar con el futuro de este recinto. "Estamos en esa etapa en que la comunidad se dio cuenta que puede ocupar este espacio, y estamos trabajando para abrirlo mucho más. Que la comunidad se apropie del lugar, ése es nuestro anhelo. Que ellos se organicen y nosotros poder prestarles nuestra expertise para llevar a cabo proyectos de participación comunitaria. También queremos ir viendo qué otro tipo de colecciones podemos ir formando para dar satisfacción a las distintas inquietudes intelectuales que puedan tener la comunidad y los alumnos. A lo mejor comprar lentes de realidad aumentada, ese tipo de cosas. Establecer alianzas de forma tal que podamos contar con la colaboración de entes externos, para seguir transformándonos en un polo cultural para la comunidad".
Por Pedro Martínez Muñoz
Dirección General de Vinculación con el Medio