Un espacio de autoconocimiento en la danza árabe
Desde pequeña la profesora Joyce Maturana se ha vinculado a la danza y otras actividades artísticas
La pandemia causada por el SARS-CoV-2 comenzó a declinar a finales de 2021 y se transformó en el momento propicio para que la académica del Instituto de Biología, Joyce Maturana, comenzara su camino por la danza árabe. Antes del confinamiento, su vida se movía entre estudios, trabajo y la rutina hogareña. Sin embargo, al enfrentar desafíos de salud, su rumbo cambió radicalmente y debió buscar una actividad que le ayudara con esto.
Luego de realizar una búsqueda de actividades que le interesaran, se decantó por la idea de asistir a un grupo de danza árabe que estaba cerca de su casa. “fui a una clase, me gustó y empecé a ir de a poco”, señaló la docente del Instituto de Biología, sin saber, que esta actividad evolucionaría en algo mucho más profundo y captaría parte de su alma artística.
Una vez en la academia comenzó su camino por los niveles 1,2,3 y actualmente se encuentra en técnicas avanzadas y próximamente podría optar al nivel de profesional o instructora. Para finalizar cada uno de los niveles, la escuela presenta una gala final en el Aula Magna de la Universidad Santa María, donde se presentan ante más de 500 personas en el escenario. Al respecto, la profesora Maturana comentó que: “me encanta el escenario, es un lugar donde me siento cómoda, de hecho, cuando hago clases siento que es mi propio escenario y yo me personifico como profesora”.
Para su primera gala la parte inferior del traje la pidió por internet, mientras que la parte superior se decidió a hacerla ella misma, comentando al respecto que: “. Empecé a averiguar los elementos e implementos necesarios para hacerlo. Terminé comprándome una máquina para cocer y además el resto de los materiales, igual fue un desafío para mí, yo nunca había cocido ni siquiera un botón, pero con varios tutoriales en YouTube logré hacerme esta parte del traje”. Esta primera pieza fue el comienzo de un nuevo pasatiempo, que complementaría la danza y que le permitiría vestir trajes personalizados completamente por ella.
A medida que avanzaba y se iba perfeccionando, debió comenzar a trabajar en terrenos mucho más profundos y exigentes. Así, exploró los implementos utilizados en la danza árabe, como los crótalos, abanicos y sable, comentando sobre el último que: “Ahí la gente pensaba que nosotras usábamos algo para que no se cayera como un cintillo, pegamento o algo así, pero es simplemente práctica”.
Al relacionar esta actividad con su trabajo en la docencia, señala que este tipo de actividades donde ella está de aprendiz, le ayuda a darse cuenta de lo difícil que es poder aprender algo nuevo y la ubica inmediatamente en la perspectiva de sus estudiantes, señalando también que: “Cuando uno está acostumbrado a enseñar, que es tu expertise y lo haces bien y te gusta y llevas mucho tiempo haciéndolo se te hace fácil, pero que difícil es aprender algo nuevo todas las semanas”.
Otro elemento que vincula con sus clases es el hecho de poder ser una persona completa y llevar una vida plena en diferentes facetas, señalando que: “yo soy profesora, soy bailarina, ahora soy costurera y me siento súper bien en estas multifacetas. Esto es lo que intento transmitir a los chicos que están en formación. Ellos se están formando para ser profes, pero esa va a ser solo un rol dentro de su día y deben explorar más cosas”. Complementando la idea comentó que: “no hay que olvidar que la vida más es más que eso. La vida tiene muchos momentos, además, a lo mejor tu puedes para ser profesor y puede que la vida te lleve a otro camino y que nunca ejerza, y eso no es un fracaso, no es malo. La vida es diversa y que bueno que tengamos toda esa potencialidad de hacer diversas cosas”.
En definitiva, la danza y la costura se han convertido en un refugio para el día a día y el escenario es su espacio de expresión y liberación, donde deja atrás las preocupaciones del mundo exterior. De manera similar, la costura se vuelve en un espacio terapéutico, donde se puede enfocar en la creatividad y en las habilidades manuales, desconectándose temporalmente de las responsabilidades cotidianas.
Fuente Facultad de Ciencias