Un amplio y diverso marco de público llegó hasta la iglesia viñamarina Nuestra Señora de Lourdes en Agua Santa, para participar del concierto que la Orquesta Clásica PUCV, junto a estudiantes del Instituto de Música de la Universidad, ofreció como parte de su programa anual.
Junto a piezas de compositores históricamente reconocidos como Johan Sebastian Bach y Erwin Schulhoff, la agrupación interpretó dos obras de compositores nacionales. La primera de ellas fue “Segunda ausencia”, de Cristián Errandonea, quien realizó una adaptación de esta obra especialmente para la conformación de vientos de la Orquesta Clásica PUCV.
El compositor se refirió al trabajo de los intérpretes señalando que “había un desafío que cumplir en términos del timbre de la agrupación y ellos lo hicieron bastante bien. Me gustó la entrega que tuvieron hacia la música, la exploración, sobre todo los más jóvenes. Eso me pareció valorable”.
En la instancia, estudiantes del Instituto de Música PUCV tuvieron la oportunidad de presentarse junto a la Orquesta Clásica PUCV. Carlos Peñaloza, percusionista pasante, comentó que la instancia “significó para mí poder volver a estar bajo la tutela de un director, tener la experiencia de estar con músicos y también de la música clásica. Me hizo volver a lo que me motivó a estudiar música”.
El público que pudo disfrutar de la presentación se mostró muy feliz y agradecido por el espacio cultural, como fue el caso de Carmen Véliz, quien estaba de visita en Viña del Mar cuando se enteró de la instancia: "me gusta la música y tengo hijos y nietos que son intérpretes de instrumentos diferentes, así que por eso gocé y disfruté la instancia. Estoy muy agradecida”.
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