Con 35 años de servicio en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Joyce Alzola solo tiene palabras de agradecimiento para la Casa de Estudios. Llegó en 1988 a la Escuela de Pedagogía y, después de algunos pasos por otras unidades, arribó finalmente a la Escuela de Tecnología Médica en donde se ha desempeñado como secretaria de Dirección y de Docencia.
Madre de tres hijos, los dos mayores han tenido exitosos pasos por las aulas de la PUCV: Javier, de 21 años está cursando tercer año de Ingeniería Civil Mecánica e Ignacio, de 25, egresó en enero de 2022 de la Escuela de Agronomía y en la actualidad se encuentra trabajando en una vendimia en Francia. “Se especializó en vitivinicultura y enología. Quedó maravillado tras trabajar en una viña en San Felipe, porque le comentaron que los profesionales de la PUCV eran los mejor evaluados”, explicó.
Está orgullosa con el camino que ya han emprendido sus dos hijos universitarios, en especial con la experiencia que actualmente vive su hijo mayor quien, según confiesa, ha ido cumpliendo todas las metas que se ha propuesto: “estudió la carrera que quiso, está viajando por el mundo y ya ha recorrido distintos países de Europa”. Y si bien él hoy está feliz en tierras galas, y pese a que le ofrecieron extender su estadía, debe volver porque ya tiene un compromiso laboral en una viña en Rancagua.
De acuerdo con la experiencia de su hijo mayor y las de los estudiantes de Tecnología Médica, señala que “la Católica de Valparaíso, independiente de la carrera, es muy reconocida por su calidad. Eso es la PUCV, estamos bien valorados y posicionados en el ámbito laboral. Como mamá y funcionaria estoy camiseteada, y me llena de satisfacción porque las cosas se están haciendo bien”.
Jazmín, su hija menor, aún está decidiendo qué estudiar, pero según confiesa su madre, sus pasos están entre Psicología y Tecnología Médica.
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