Esta semana la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso premió a un grupo de 10 mujeres que han dejado una huella significativa en nuestra comunidad universitaria. Dentro de ellas, se destacó el legado de la profesora de la Escuela de Kinesiología, Mitzi Catalán, quien además es la primera kinesióloga del país con estudios de doctorado en el extranjero, precisamente en la Universidad Católica de Lovaina, quien también fue la primera directora de dicha Unidad Académica en la PUCV.
El reconocimiento fue otorgado por el rector Nelson Vásquez; la vicerrectora Académica, Claudia Mejías; y la directora de Equidad de Género, Yesika Herrera. En la ocasión, se destacó su aporte en la formación de generaciones de kinesiólogos y su impronta como formadora, donde aportó con sus conocimientos en el ámbito de la neurofisiología.
“Este reconocimiento recibido hoy es muy importante. Doy gracias por el camino recorrido y por haber enfrentado grandes desafíos, los que dejaron frutos. Más que recibir una distinción a una persona es lo que se ha ido construyendo en el tiempo. Es un significado que me emociona, ver lo que logramos y que no lo hice sola, fue el esfuerzo de un equipo que fue confiando y aportando a algo que comenzó como una idea”, expresó.
Mitzi recordó que fue precisamente en 1999 que se incorporó a la PUCV, con una experiencia previa en la Universidad de Chile y en la Católica del Norte. “Fui jefa de docencia y directora. Agradezco a Jorge Michalland quien confío en mí. Partí haciendo clases en la Universidad Católica del Norte en Antofagasta, allí trabajé con Cinthia Arancibia, coordinadora de los centros de rehabilitación de Coaniquem, quien fue una de mis alumnas”, recordó.
En noviembre 2023, la académica fue reconocida como profesional destacada en la categoría de “Mujeres en Profesiones Sanitarias” en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, por designación de los académicos de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Chile.
Dentro de las labores que encabezó en nuestra Casa de Estudios está la creación del Laboratorio de Neurofisiología y el nacimiento de la Clínica Kinésica. “Lo aplicado en el norte después lo implementamos en la PUCV. También hicimos la Clínica Kinésica para atender a deportistas y funcionarios con el apoyo de los estudiantes. Fue una gran experiencia y estoy muy agradecida de la Católica de Valparaíso, donde me he desempeñado por tanto tiempo”, concluyó.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección de Comunicación Estratégica
