Estudio destaca la resiliencia de los establecimientos educativos post-pandemia

Abandono, repitencia y desvinculación son algunos de los efectos que generó la pandemia en los liceos y escuelas de nuestro país. Muchos de los establecimientos no fueron capaces de reaccionar con rapidez, mientras que otros consiguieron aprender de la crisis y avanzar en sus prácticas educativas, para afectar lo menos posible los procesos de aprendizaje de sus estudiantes.

Estos fueron alguno de los temas abordados en el “Seminario Trayectorias educativas postpandemia: aprendiendo de la resiliencia escolar”, organizado por el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), el Instituto de Estudios Avanzados en Educación, el Centro Líderes Educativos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y en el marco del fondo FONIDE del Ministerio de Educación, con el patrocinio del Observatorio de Trayectorias Educativas. La actividad se desarrolló en la sede de Santiago de la PUCV y contó con la presencia de directivos, docentes, académicos y profesionales de distintos niveles del sistema educativo.

Durante el seminario se entregaron los resultados del estudio FONIDE FON2300075 “Trayectorias educativas en pandemia: Heterogeneidad de experiencias entre centros educativos frente al rezago y la desvinculación”, un estudio inédito que analiza las trayectorias de establecimientos y estudiantes entre los años 2018 y 2023 en dos dimensiones:  la vinculación de los estudiantes con sus establecimientos, que incluye variables como asistencia, repitencia y deserción, y la dimensión de aprendizajes, que considera la evolución del desempeño en las disciplinas de lenguaje y matemáticas. A partir de las diferentes tipologías de esas trayectorias educativas se efectuó un estudio de casos de liceos y escuelas que presentaron una experiencia resiliente en ambas dimensiones post-pandemia.

María Eugenia Rojas, miembro del equipo del estudio e investigadora post doctorante PUCV y CIAE, destacó lo inédito de este trabajo, pues investigó las distintas experiencias de los centros educativos frente a un hecho extraordinario como fue la pandemia. “La tendencia fue ver qué pasó con las escuelas que empeoraron, cómo les afectó, cuáles son los problemas que enfrentaron y tratar de explicar cuál es la razón del estancamiento. En general se habla de la pérdida de aprendizajes, esa es la narrativa que dominó nuestro entendimiento de qué es lo que había pasado en las escuelas. Y esta investigación, por otra parte, ve cuáles fueron las escuelas que ganaron aprendizaje, que ganaron vinculación, que ganaron mejora y que lograron, contra todo pronóstico, alcanzar estos nuevos resultados”.

De acuerdo al estudio de casos, la investigadora señaló que las experiencias de los establecimientos son muy variadas en términos de cómo desarrollaron resiliencia frente a la pandemia. “Hay escuelas que venían con un componente alto de los elementos que se necesitan para la resiliencia, como las altas expectativas, el propósito, el trabajo colaborativo, las capacidades profesionales.  Con esas habilidades instaladas se les hizo más fácil la transición a la nueva realidad online.  Pero hay otras escuelas que desarrollaron esas habilidades en la marcha y un elemento muy catalizador en esta dinámica fue conocer la realidad de los estudiantes, darse cuenta del poder transformador de la escuela.  Que la escuela tiene la capacidad de sacar a estos estudiantes del campamento donde viven, de las adversidades a la que están expuestos, de la apatía social que los agobia”, precisó.

Mediante su análisis y sus hallazgos, el estudio también entrega orientaciones para políticas y prácticas que fortalezcan la resiliencia del conjunto del sistema escolar. En ese sentido, Carmen Montecinos, Directora Ejecutiva del Centro Líderes Educativos PUCV, resaltó que para saber qué apoyos específicos se necesitan en los colegios es necesario aprender de los problemas que tienen, “pero también se necesita aprender desde cómo los colegios crean sus propias políticas y cómo esas políticas que se crean desde los colegios pueden ser escalables a través de la política pública”.

• Algunas conclusiones

Uno de los principales aportes del estudio es la elaboración de nuevos instrumentos e indicadores que permiten su replicabilidad en el tiempo. Una innovación fue construir indicadores de trayectorias escolares a nivel individual (ITE) y a nivel del establecimiento (IME), lo que permite identificar estrategias diferenciadas de política pública, como también la posterior evaluación de acciones destinadas a afrontar diferentes problemáticas.

Por otra parte, el análisis de casos permitió entregar importantes conclusiones acerca de los establecimientos resilientes en aprendizajes y vinculación con sus estudiantes en los primeros años post-pandemia. “Los establecimientos que habían experimentado alguna crisis previa de dificultades de vinculación con sus estudiantes, lograron desarrollar diversas innovaciones y aprendizajes que fueron rápidamente adaptadas al nuevo contexto de la pandemia, indicando que las comunidades educativas se pueden preparar para nuevas emergencias que conlleva la dificultad del trabajo presencial con los estudiantes como con las comunidades profesionales y de colaboradores en el sector”, señala el estudio.

En términos generales, los resultados de la investigación dan cuenta de una considerable proporción de establecimientos resilientes frente a la pandemia, pese a que el deterioro es mayor que el mejoramiento. “Estos resultados conllevan que las oportunidades de aprendizaje para el sistema educativo son enormes, pero también que deben ser reconocidos como diferenciados, pues es posible que en muchas de las escuelas y liceos se presente una mejora en una dimensión con deterioro en la otra dimensión. Este estudio sobre la experiencia chilena permite dar cuenta de una alta heterogeneidad de oportunidades de aprendizaje, como también de instrumentos de monitoreo longitudinal de estas dimensiones, lo que también permite la evaluación de políticas y estrategias que se implementen para apoyar en forma particular a los establecimientos en algunos ámbitos específicos”, concluye la investigación.