31.03.2021
El Dr. Roberto Vargas Muñoz actualmente desarrolla un proyecto Fondecyt Postdoctoral titulado “Marx y la crítica de la economía política: de la dominación abstracta a la transformación del espacio-tiempo en la lógica del capital. Un análisis de los Grundrisse y El Capital” en el Instituto de Filosofía PUCV, bajo el patrocinio de la Dra. Valeria Campos, profesora de la unidad académica.
Roberto Vargas es Licenciado en Educación, Licenciado (2010) y Doctor (2016) en Filosofía por la PUCV, con una tesis sobre epistemología y economía política en Karl Marx. En la Universidad Autónoma de Madrid realizó una pasantía doctoral y en la Universidad Complutense cursó un Diplomado sobre economía política.
Actualmente el profesional investiga sobre la crítica de la economía política de Karl Marx, la producción social del espacio y acerca de cuestiones de filosofía social y teoría crítica.
Investigación Postdoctoral
“Me encuentro estudiando parte de lo que se conoce como la obra tardía de Karl Marx. Estoy trabajando los apuntes de 1857-1858, conocidos bajo la abreviación alemana Grundrisse, en castellano Elementos fundamentales para la crítica de la economía política y El Capital, tomo 1. Me centro, principalmente, en el registro epistemológico de ambos textos y sus expresiones políticas. Me interesa la idea de dominación abstracta que es posible concluir respecto de ambos textos. Marx conceptualiza el capital como una relación social muy peculiar, a diferencia de los economistas políticos de su época y mucho más distante aún respecto de los economistas neoclásicos contemporáneos. En Marx, el capital es el ser de nuestra época y el ser del capital es el valor, por tanto, el ser de todas las cosas –mercancías- es el valor en las sociedades modernas. Pero el valor no lo produce el capital, lo produce el trabajo, el trabajo abstractamente humano, sin embargo, el capital subsumió formal y realmente el trabajo”, explicó Vargas.
El doctor agregó que “en un sentido histórico y empírico tal afirmación tiene ciertas consecuencias, como por ejemplo, que modernidad y capitalismo parecen declinarse recíprocamente de tal manera que no pueden pensarse como dos proyectos autónomos o separados, o peor aún, que la realidad, en un sentido fuerte, debe declinarse en términos de la valorización del valor, como esencialidad del capital, esto quiere decir que dominación abstracta e impersonal del capital, como dice Marx no tiene ojos, se encuentra de espaldas a la realidad, de tal manera que su fin, esto es, valorizarse, tiene realidad en las sociedades modernas, incluso cuando se cree, ingenuamente, que se hace lo contrario”.
Para el profesional una determinación dual importantísima acompaña a la dominación abstracta del capital, por un lado, la transformación del tiempo y por otra, la producción de espacio. Tal determinación espacio/ temporal del capital, supone que el capital a la vez de especializar los entes, los media bajo la temporalidad abstracta de la valorización del valor.
“Las consecuencias de tal afirmación tienen mucha más realidad en nuestra época que en la propia época de Marx, cuestión que tiene mucho sentido al observar la manera como Marx preparó –en los Grundrisse- y presentó en -El Capital- sus investigaciones. Al igual que Hegel, Marx pensaba que el método debe ser uno con su objeto, entonces cuando emprendió la difícil y oscura tarea de presentar su investigación desarrolló una exposición altamente teórica, conceptual, abstracta, puesto que su fin no era explicar el capitalismo de Manchester o Londres del siglo XIX, buscaba exponer lógica y no históricamente, el capital en cuanto capital”, precisó.
Por Natalia Cabrera Vásquez
Instituto de Filosofía