Como es tradición en nuestra Universidad, hay ciertos hitos institucionales que son centrales y de alta significación. El primero es la inauguración del Año Académico, el Claustro Pleno Ordinario y la conmemoración del Sagrado Corazón de Jesús, patrono de la PUCV. En esta última fecha, nuestra Casa de Estudios efectúa la tradicional ceremonia de condecoración “Fides et Labor” (Fe y Trabajo), donde se reconoce la trayectoria de académicos y académicas que destinaron gran parte de su vida a la Institución.
Este año fueron condecorados los profesores Sergio Flores (Ingeniería Industrial), Ricardo Lang (Arquitectura y Diseño), Eduardo Meyer (Ingeniería Química), Jorge Michalland (Kinesiología) y Berta Silva (Comercio), quienes han manifestado un testimonio de vocación y dedicación a la vida universitaria.
Al respecto, el rector Nelson Vásquez expresó que “la PUCV reconoce a los profesores y profesoras que han contribuido por muchos años a la Universidad y que dejan las aulas. Este es un acto simbólico, de gran alegría y gratitud para los homenajeados y sus familias, a quienes valoramos por todo el tiempo y dedicación que han puesto en la Institución. Es un momento de agradecimiento, pues han contribuido durante años a nuestra Casa de Estudios, la más grande de la región y una de las mejores del país”.
Previo a la ceremonia se efectuó una Eucaristía en la Capilla de Casa Central, la que fue encabezada por el Gran Canciller y Obispo de Valparaíso, Monseñor Jorge Vega Velasco.
PROFESORES DESTACARON INSTANCIA DE ENCUENTRO
El profesor Ricardo Lang de la Escuela de Arquitectura y Diseño (EAD), recordó cómo era trabajar en la Universidad en los años 70. “Llegué en 1972 y la PUCV ha ido cambiando, partimos trabajando con un lápiz grafito y ahora estamos con los computadores y conectados a las máquinas (…) Es una ceremonia muy protocolar, a uno lo sorprende, pues no estamos de manera permanente en estas instancias. Es un cierre que es muy valorado, pues te acompañan los y las colegas, lo que es muy emocionante”.
La académica Berta Silva de la Escuela de Comercio recordó que fue difícil en un comienzo lograr visibilidad en un mundo de hombres. “Recibir esta medalla de Fe y Trabajo es muy valioso. Esta es mi Alma Mater, aquí me he formado, he crecido, continué estudiando y recibí un gran apoyo. Más de la mitad de mi vida la he pasado en la Universidad. Siempre he querido transmitir conocimientos y compartir lo aprendido. Lo logré a través de la docencia. Cuando uno hace las cosas con pasión, tienen que salir bien”, añadió.
El profesor Eduardo Meyer de la Escuela de Ingeniería Química llegó a la Universidad a mediados de los 70 y fue uno de los fundadores del proyecto Costadigital. “Este es uno de los hitos más importantes en la vida de un académico, haber concluido una trayectoria de 44 años. Aquí me he desarrollado en muchas facetas. Le debo mucho a la PUCV. Este tipo de ceremonias te llena de sentimientos, de haber completado un ciclo y de haber realizado una tarea valiosa para la Universidad”, indicó.
El académico Jorge Michalland de la Escuela de Kinesiología fue uno de los fundadores de esta Unidad Académica a mediados de los años 90. “Es una instancia muy valiosa, que deben tener las instituciones para reconocer méritos y trayectorias. En mi caso, llegué a la Universidad desde el ámbito clínico y después crecí como académico. Estoy muy contento de pertenecer a la PUCV”, concluyó.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección de Comunicación Institucional