Desde marzo de 2022, el profesor de la Escuela de Negocios y Economía, Daniel Goya, se ha desempeñado como asesor en políticas de transformación productiva en el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, donde ha colaborado intensamente en la creación de la Unidad de Desarrollo Productivo Sostenible.
Goya es Doctor en Economía de la Universidad de Cambridge e Ingeniero Civil Industrial de la PUCV. “Mi tema de investigación es la política de innovación, las políticas públicas y qué hacen los países para transitar a mayores niveles de desarrollo, más allá del ingreso, hacia un desarrollo integral, vinculado a la ciencia, la tecnología, el conocimiento y cómo este se incorpora en la producción para impactar en actividades que permitan otro tipo de ingresos, más sostenibles en el largo plazo”, señaló.
El académico advierte que en nuestro país ha faltado una mirada estratégica para dinamizar la economía, a lo que se suma el impacto de la crisis ambiental que afecta al planeta.
Considerando las necesidades múltiples del país en el Ministerio se propuso dar una mirada estratégica al gasto público en ciencia, tecnología e innovación y en particular fomentando el crecimiento dentro de los márgenes que permite el medioambiente.
“Lo principal que hicimos en este primer año fue armar un programa presupuestario que se relaciona con la coordinación de los ministerios. El presupuesto público 2023 tiene un aumento de 13% en el gasto en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, donde ingresos temporales del litio se invertirán en el desarrollo de capacidades productivas. La ley de presupuesto normalmente se organiza por entidad, cada una por separado. Generamos un programa presupuestario que orienta estos recursos adicionales hacia el fomento de un desarrollo productivo sostenible”, expresó.
Al respecto, se creó un comité de ministros y se estableció una secretaria técnica con un equipo de profesionales con capacidad de entregar una mirada estratégica al uso de los recursos, por ejemplo, para el caso del hidrógeno verde. “La mirada del gobierno es que la industria se desarrolle y aproveche el enorme potencial que tiene el país, pero que se haga de forma sostenible. Esto tiene varias dimensiones: una es la ambiental, lo otro es el vínculo con las comunidades. Son proyectos que incluyen varias etapas entre 15 a 20 años. En lo económico queremos que se aprovechen las oportunidades tecnológicas y capacidades de producir que tenemos en Chile, y evitar que la industria se desarrolle como un enclave desconectado del resto de la economía”, concluyó.
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