Con la participación de más de 170 expositores provenientes de 41 países, se realiza por primera vez en Chile el Simposio Internacional de Otolitos, instancia que en esta séptima versión es organizada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP).
El encuentro, que culmina el viernes 13 de octubre, tiene por objetivo generar redes y poner a disposición de las y los estudiantes e investigadores el conocimiento y la experiencia necesarios para realzar la disciplina, así como también abordar desde Chile las grandes interrogantes que existen sobre el océano.
El académico de la Escuela de Ciencias del Mar de nuestra casa de estudios, Guido Plaza, destacó sobre este hito que “es bien importante organizar este tipo de congresos disciplinares en el área de la ciencia, ya que en ellos también participan estudiantes y hacen su primer acercamiento con el quehacer investigativo. Entonces es un aprendizaje enorme para los más jóvenes, tanto de pre y postgrado. Es muy importante desde el punto de vista formativo, que es uno de los objetivos de la Universidad, generar capacidades”.
UNA CAJA NEGRA
Los otolitos, si bien son poco conocidos en la cotidianidad y están vinculados al análisis de institutos de pesca más que a la academia, resultan una fuente de información primordial para saber más de la vida de los peces. Éstos se definen como estructuras calcáreas que tienen en la cabeza y que permiten determinar su edad por medio del conteo de anillos de crecimiento anual.
Según explica el investigador Francisco Serna, hablar de otolitos es como referirse a la caja negra de los aviones. “Hay todo un análisis de tipo químico que se puede hacer de esta misma estructura y que permite estudiar patrones migratorios, relaciones ecológicas con el medioambiente, determinar los límites de cada una de las poblaciones de peces y la edad. Entonces, eso nos posibilita conocer el medio marino a través del análisis de esta estructura, dónde se distribuyen las poblaciones y cómo varían en el espacio y en el tiempo”, explicó.
Para Guido Plaza, el estudio de los otolitos “en los años recientes ha tenido un gran impulso con nuevas herramientas analíticas. No sólo se está analizando y determinando la edad de los peces, sino que también se están utilizando herramientas de microquímica, para hacer reconstrucciones climáticas, análisis arqueológicos y un montón de aplicaciones que están surgiendo ahora”.
“Incluso, están surgiendo aproximaciones desde el punto de vista analítico y tecnológico. Por ejemplo, se habla de automatizar todo el proceso de determinación de edad, que ahora se hace con un analista. Eso le daría muchas cargas al Instituto, desde el punto de vista de los investigadores, para que realicen otras funciones. Hay hartas cosas que se vienen en esta línea y eso es muy importante”, finalizó.
Por Paula Castillo
Escuela de Ciencias del Mar
