22/Abril 2020
Petorca: Vivir la pandemia en medio de la peor sequía en 700 años
Estudio apunta a que la mitad de la escasez hídrica que afecta al río Petorca podría alivianarse con un mejor sistema de gestión del agua. Una nota de La Tercera.
La cuenca del río Petorca está sufriendo la peor sequía en más de 700 años, según establece el estudio publicado recientemente en la revista MDPI "Water Crisis in Petorca Basin, Chile: The Combined Effects of a Mega-Drought and Water Management" (véase AQUÍ). Académicos de la Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Austral y la Universidad de Chile utilizaron una metodología de anillos de crecimiento de árboles para establecer un modelo matemático que reconstruye el caudal histórico de la cuenca del río.
"Nos dimos cuenta de que esto no había pasado en los últimos 700 años, que los valores promedio del caudal de los últimos 5-10 años son los más bajos de todos los siglos que logramos reconstruir. Esto nos muestra que efectivamente estamos experimentando una sequía muy inusual y severa", asegura Ariel Muñoz, investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 y académico del Instituto de Geografía de la PUCV.
La actual sequía, explica Muñoz, se explica por varios factores. Por un lado, están las condiciones climáticas: junto a los aumentos de temperaturas de los últimos años, desde hace casi dos siglos que no se viven eventos extremos de precipitación en la zona. La cuenca del río Petorca, que se extiende por 90 kilómetros desde la cordillera de los Andes hasta la costa, no tiene glaciares en sus zonas más altas, lo que la hace ser más dependiente de las precipitaciones de cada año al no tener deshielos en altura como fuente.
En los sectores más altos de la cuenca, la megasequía se puede atribuir exclusivamente a las condiciones meteorológicas de menor precipitación y mayor temperatura. En los lugares más bajos, sin embargo, los cambios en la cuenca se deben a una combinación de lo primero con la extracción excesiva de agua para la agricultura de riego.
"La repartición del agua no consideró el agua total o las variaciones en la disponibilidad del agua. Entonces vemos que se han otorgado más derechos de los que la cuenca pueda retribuir con agua para todos", dice Muñoz.
El sector agrícola es el que más agua consume de una cuenca cada vez más escasa. La baja de precipitaciones promedio de los últimos años explica el déficit de la cuenca en un 20%, dice el estudio, pero este se duplica cuando se suma la variable de la extracción de agua para agricultura. "Hay una proporción de cuánta menos agua tenemos ahora producto de la sequía, de cuánta precipitación cae cada año, que es del orden del 20% en la cuenca. Sin embargo, si a eso sumamos la cantidad de consumo hídrico para agricultura, llegamos a valores de 40% de déficit hídrico", explica Muñoz.
"Tenemos un problema difícil de solucionar, pero si miramos con optimismo podemos resolver ese 50% de escasez hídrica que está asociado al manejo, es una oportunidad de hacer un territorio con menos afectados por la escasez hídrica", dice.
En el estudio analizaron veinte APR de la cuenca río, de las cuales solo dos tienen acceso a directo a fuentes de agua potable, lo que provoca que miles de personas necesiten de un suministro externo, como los camiones aljibes.
Todo esto es sin considerar las extracciones no autorizadas de aguas superficiales y subterráneas. Según el libro El Negocio del Agua, de las periodistas Tania Tamayo y Alejandra Carmona, la DGA fiscalizó once puntos de captación ilegal en Petorca, La Ligua y Cabildo en 2019. Una de ellas terminó con una multa de 144 millones de pesos contra la empresa Agrícola Viento Norte Limitada, cuyo representante legal es Francisco Álamos Jordán, cuñado del senador UDI Juan Antonio Coloma y tío del diputado gremialista del mismo nombre. La empresa instaló una bomba eléctrica a trece metros de profundidad y extrajo ilegalmente "mayor caudal al autorizado".
Ariel Muñoz dice que "tenemos casi dos mil personas que no tienen agua suficiente para cada día. No queremos seguir con la idea de que hay culpables, pero el sistema que hemos diseñado genera desigualdades y ahora tenemos la oportunidad de corregirlo. Este trabajo nos permite poner una lupa en el problema del agua en Petorca, para entender que por lo menos la mitad de la escasez hídrica podríamos solucionarla con un mejor manejo del agua".
El investigador explica que la entrega de derechos de agua no solo no tomó en cuenta la cantidad de agua disponible, sino que tampoco la demanda creciente de agua en el territorio, y este estudio puede ser un aporte en ese sentido: "El balance hídrico de las cuencas es fundamental, sobre todo la información a largo plazo. Necesitamos tomar decisiones sobre el manejo de agua en base a muchos datos y registros, cruzar demandas, cómo el clima ha variado y seguirá cambiando".
Puedes ver la Nota completa de La Tercera AQUÍ.