Ciencia a través de las artes:
Francisca Veas Carvacho y BioGeoArt presentan 2º edición de “Insectario Humano”
La ilustradora científica, por medio del proyecto Anillos “Biogeografías Creativas” de la Universidad, hace un cuidadoso acercamiento a las especies de insectos de Chile, para imaginar, con prosa e ilustración, posibles similitudes anatómicas que tienen con la especie humana. Conversamos con ella sobre el proceso creativo, investigativo y editorial que conllevó esta publicación.
Fue durante los primeros días de marzo que se presentó oficialmente la segunda edición de Insectario Humano, libro de la ilustradora científica, Francisca Veas Carvacho, que contó con el respaldo del proyecto Anillos de la Universidad, BioGeoArt y de la mano de Ediciones Universitarias de Valparaíso.
Considerando 20 especies de insectos autóctonos de nuestro territorio, el libro se encarga de ilustrar cada una de ellas con tinta china y a mano alzada, sumado a un respectivo texto poético y reseña científica tipo apéndice para complementar el conocimiento. Entre los insectos, destacan algunos como la polilla, chinita, mariposa del coirón, mariposa de la tarde o el escarabajo.
Francisca Veas Carvacho, la autora, nos cuenta sobre el proceso:“Yo creo que disfruté cada pieza. Soy bien organizada, entonces, mi proceso partió con la investigación, realización de bocetos, traspaso al dibujo definitivo y entintado. Esta última parte es la que sin duda más disfruto, ya que si bien tenía planificada en gran parte que áreas serían negras y blancas, al entintar pasas a un estado muy similar como a meditar. También dejo que parte de la intuición e improvisación haga su parte”.
El diseño y diagramación de esta versión estuvo a cargo de Paula Espina, diseñadora gráfica, quien realizó la propuesta de textos e ilustraciones, a la vez que Natalia Rojas fue la escritora de cada poema que acompaña a los insectos. Francisca comenta cómo complementaron este trabajo: “Admiro profundamente la poesía de Natalia, es visual y conectada con la naturaleza. A través de su lenguaje observó cada línea del dibujo, su origen, y el entramado que se iba manifestando. Natalia dialogó con cada insecto metamorfoseado, dejando entrever de manera sutil y a través de su poesía un tejido que se va uniendo a través de todo el libro y que conecta la voz humana y la voz del insecto”.
En tanto, la presentación estuvo a cargo del profesor de nuestro Instituto, Andrés Moreira Muñoz, quien gestó esta segunda edición en representación de BioGeoArt, y a la usanza de los propósitos que ha sostenido el proyecto Anillos durante sus años de ejecución: de complementar el conocimiento con sus diversas ciencias, pero también desde el arte y la estética, a través de proyectos y formatos disruptivos en la academia.
Tenebra, logotipo de BioGeoArt es, de hecho, uno de los insectos del libro, “que sintetiza y representa esta conexión humana con la naturaleza”, dice Veas, quien también ha participado en instancias de seminarios como lo fue "Geohumanidades, arte y política en el antropoceno, con la charla: Arte natural: acercando cultura y naturaleza", donde fue expositora. Veas, además, colabora en la cátedra de Biogeografía del profesor Moreira Muñoz, que actualmente dicta en nuestra unidad académica.
Resignificar la corporalidad
Oriunda de Quillota, Francisca Veas Carvacho es licenciada en artes y educación, así como especialista en Ilustración Científica y docente, sumando cursos en el País Vasco, Argentina, Chile y Brasil. En la actualidad, diseña, ilustra y asesora proyectos científicos que requieren de una correcta visualización para su divulgación entre el público general y también en ambientes académicos o especializantes, incluyendo proyectos de la PUCV. En estas andanzas, fue por medio de esta misma publicación que la ilustradora llegó a BioGeoArt, y por ende a concretar esta segunda edición.
La idea original del proyecto transcurrió en 2015, cuando la ilustradora realizó una exposición en la galería de arte Chimkowe, de Peñalolén, la que terminó siendo un catálogo y posterior primera edición autopublicada ese mismo año. Dicho libro llegó a manos de Andrés Moreira quien en 2020 la invitó a reeditarlo, de la mano de Ediciones Universitarias de Valparaíso.
“La concreción de resignificar la corporalidad a través de un insectario es un proceso reflexivo que surge primeramente de la observación de libros de anatomía humana y animal, más mi ‘obsesión’ por aprender y observar a los insectos. Algo debemos tener en común con esos seres tan pequeños y tan diversos del planeta, así que me puse a buscar, inventar y dejar que saliera esta idea”, relata Francisca, sobre la epifanía que tuvo con anticipación para concretar el libro, y añade: “Esta reflexión toma más fuerza en la segunda edición y en base a las conversaciones surgidas con Natalia, mi hermano Camilo y diversas personas que observaron el primer libro. Por eso, esta edición posee nuevos textos, ilustraciones y de alguna manera un nuevo significado”.
– ¿Qué tan complejo (o no) es cruzar los saberes de la ilustración con la ciencia y la poesía para dar con un formato editorial como el que lograron con “Insectario Humano”?
– Siento que cruzar los saberes no fue tan complejo, ya que no fue algo planificado desde un comienzo, sino que fue transformándose con el paso del tiempo. Es decir, el libro fue manifestando este cruce de saberes en el encuentro con personas de otras disciplinas. El orden y estructura, surgió en conversaciones con Paula y Natalia, de ejemplos editoriales y/o gráficos, Paula buscó en referencias de libros antiguos de entomología, observando las guardas, y tapas y de ahí fue surgiendo la propuesta. También la idea de dejar las partes humanas a modo de radiografías, fue un acierto conceptual y estético.
– ¿Cuál es la especie insectaria que más te representa de acuerdo a estas asociaciones y semejanzas que resultaron parte del hallazgo?
– Me representan dos especies: Antofila y Magnus, Antofila es la especie de abeja nativa que en su tórax tiene un corazón humano y el hueso sacro en lugar de abdomen. Antofila significa “que ama las flores”(del gr. Anthophila), el hueso sacro es la base de las vértebras lumbares, conectado a la pelvis que a su vez la estabiliza. Situo en este insecto mi parte amorosa y creativa. En poesía de Natalia: “tu vuelo y partícula suscita / la primavera / el murmullo del origen”. Magnus, es a partir de mi insecto favorito, La madre de la culebra, hembra. (Acanthinodera cummingii) Ese fue el primer insecto que abrió el proceso de conectar ciencia y arte. Lo tengo tatuado.
Para quienes tengan interés en adquirir esta versión, el libro se puede conseguir a través del siguiente mail de Ediciones Universitarias de Valparaíso ventas.euv@pucv.cl y se puede ver el resumen del mismo en la página web de la editorial.