El Magíster en Ciencias de la Ingeniería con mención en Ingeniería Bioquímica es un programa de postgrado cuyos objetivos son la formación de personas para participar en proyectos de investigación y desarrollo junto con la especialización en la materia para aquellos profesionales provenientes de áreas afines.

Este año se conmemoró en la Escuela de Ingeniería Bioquímica (EIB) el egreso de 100 graduados de este programa que comenzó a impartirse en 1981, siendo el único de su categoría a nivel nacional y uno de los pocos de estas características en América Latina, donde ha logrado un importante reconocimiento. En efecto, 19 de sus graduados son extranjeros.

La ceremonia contó con la presencia del vicerrector de Investigación y Estudios Avanzados, Joel Saavedra; el Secretario General, Juan Carlos Gentina; el director general de Vinculación con el Medio, Juan Torrejón; el decano de la Facultad de Ingeniería, José Ceroni; la directora de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, María Cristina Schiappacase; la directora del programa de Magíster en Ciencias de la Ingeniería, Lorena Wilson; entre otros académicos y graduados.

En la ocasión, el vicerrector Saavedra destacó el impacto que ha tenido este programa de Magíster, lo que lo ha posicionado a nivel nacional e internacional. "Esta ceremonia marca un hito que es clave en la trayectoria que ha representado la Escuela de Ingeniería Bioquímica y es parte de su sello. Se aprecia la pertenencia y el sentido de comunidad, cómo ustedes son capaces de detenerse en momentos que son importantes y reconocen la trayectoria de las personas y de los programas. Es una Escuela que nos ha vestido de orgullo en materia de investigación y en el desarrollo de los Estudios Avanzados. Hoy están proponiendo un hito que puede ser un indicador de la calidad y del prestigio de un programa", precisó.

Por su parte, la directora de la EIB se refirió a la importancia de haber graduado a 100 magísteres de manera ininterrumpida durante 35 años. "Este programa es una muestra del posicionamiento de la Escuela en Latinoamérica, donde es un referente regional en el ámbito de la biotecnología de procesos. El Magíster ha trabajado en un esquema de perfeccionamiento continuo desde su creación, contando con procesos de evaluación para realizar mejoras y ofrecer un programa acorde a sus objetivos manteniendo su prestigio. Es para la Escuela de Ingeniería Bioquímica un gran motivo de celebración y esperamos contar con otros 100 nuevos graduados", indicó.

La Directora del Programa de Magíster, Lorena Wilson, mencionó la importancia de este momento para la Escuela: "Cada examen de grado es un momento de celebración para la comunidad de la EIB. Cuando preparamos el expediente nº 100 consideramos que era un hito en la historia de nuestro programa, que valía la pena resaltar a través de este sencillo homenaje a los 100 graduados, que con su trabajo, su esfuerzo y su capacidad han aportado al desarrollo de la ingeniería bioquímica en nuestro país y han mantenido vigente el quehacer del programa".

En la ocasión, se recordó además el trabajo de sus académicos haciendo una mención especial al Dr. Gonzalo Ruiz, fallecido recientemente, quien fue el egresado número 27 y desarrolló una fructífera labor como académico de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, tanto en pregrado como postgrado.

EL PRIMER GRADUADO

La ceremonia continuó con las palabras del primer graduado del Magíster y académico de la EIB, Rolando Chamy: "Ser el primero es un orgullo y una gran responsabilidad (...) La formación y la rigurosidad que aprendí en ese momento, marcaron mi vida profesional y me orientaron hacia la academia y la docencia, llegando después a la Escuela como profesor", recordó.

En representación de los alumnos extranjeros dirigió algunas palabras Sonia Barberis, profesora titular de la Universidad de San Luis, Argentina, quien estudió el Magíster en 1994: "Agradezco a los profesores de la Escuela de Ingeniería Bioquímica por habernos mostrado tan claramente el camino de la excelencia académica y la permanente constricción a los valores personales y a la ética profesional. Han sido fuente de inspiración y de respaldo permanente en las carreras profesionales de muchos de nosotros", concluyó.

Por Andrea Rivera y Juan Paulo Roldán

EIB/DGVM