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Para postdoctorado:

Profesora María José Otero se adjudicó proyecto Fondecyt para estudiar el impacto social de megasequía en Petorca y La Ligua

La docente de nuestro Instituto busca distinguir el cómo las comunidades afectadas por desastres, han generado comportamientos resilientes e independientes de la ayuda del Estado.

La académica de nuestro Instituto, Dra. María José Otero, se adjudicó recientemente un proyecto Fondecyt Postdoctoral titulado “Respuestas Resilientes y Resistentes a la situación de sequía en las cuencas de Petorca y La Ligua: lecciones históricas desde zonas de conflicto hídrico para la adaptación al Cambio Climático”.

Esta iniciativa tiene una duración de tres años y pretende distinguir cómo las comunidades afectadas por desastres, en este caso la megasequía que afecta a las cuencas del río Petorca y La Ligua, han generado comportamientos resilientes independientes de la ayuda del Estado, en pos de la sobrevivencia individual y colectiva.

En ese sentido, el proyecto apunta a reflexionar sobre dichos comportamientos, en tanto que, a la larga, generan un estilo de vida y sentidos de identidad que ligan a las comunidades afectadas a sus territorios. Es esta identidad la que les permite integrar comportamientos de sobrevivencia a su vida diaria, entendiendo lo anterior a procesos positivos como el arraigo con el espacio y negativos vinculados a la desesperanza de la vida en dicho espacio. Es, por tanto, el cruce de ambos sentires los que se evidenciaría en comunidades que viven en permanente amenaza, en este caso, hídrica.

La profesora Otero, quien además es Doctora en Geografía Humana y Resiliencia de la Universidad de Leeds, Inglaterra, agregó que la idea de hacer este proyecto surgió desde cuando se encontraba efectuando su tesis de Doctorado donde se dedicó al estudio del mega incendio de Valparaíso ocurrido en 2014.

“Me trasladé a la mega sequía en la región. En esa tesis, contribuí a crear un modelo analítico de desastres desde el punto de vista cualitativo y que se publicará este año. Queremos analizar las comunidades afectadas que viven constantemente al alero de un desastre, en este caso la sequía, cuáles son sus comportamientos, sus pensamientos y percepciones. A la larga cuando analizamos desde el punto de vista cualitativo una comunidad en crisis, van emergiendo distintos patrones y con ellos se identifican comportamientos que a la larga en situaciones de desastre se constituyen en comportamientos resilientes”, expresó en declaraciones a la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad.

En un contexto de cambio climático y sequía, vale la pena explorar este concepto sobre cómo las personas se han adaptado a la fuerza a esta condición de sequía que viene transitando la región hace 30 años. “Hay otras megasequías pero lo importante es que en la región, está afectando a un área que tiene potencialidad agrícola y ganadera, donde se vive de los recursos que se puedan obtener en el territorio, también en la minería”, advierte la académica.

A partir de ello, es que la profesora Otero recordó que junto con uno de sus alumnos tesistas analizaron el impacto de un gran proyecto minero y se percataron que en el país el uso del agua no está bien regulado, lo que impacta a todos. “Estamos en una crisis global y el contexto de que la gran minería se está involucrando con mayor fuerza, donde el uso del agua es poco regulado. Necesitamos conocer cómo viven las personas y cómo han logrado establecer esta sobrevivencia como una forma de vida. Esto es importante, pues durante los próximos dos a tres años es probable que tengamos cortes de agua en la zona costera”, advirtió.

Con estas proyecciones, y que implican un análisis ampliado a métodos complejos y de metodologías mixtas, la docente también unirá fuerzas con colegas del Instituto de Geografía, específicamente con el apoyo del investigador y docente del Instituto, Ariel Muñoz, además del Laboratorio de Dendrocronología y Estudios Ambientales y el Laboratorio de Urbanismos y Geografías Resilientes (LabUR), al cual ella pertenece.

– ¿De qué manera los procesos de esta investigación se van a vincular con el quehacer del Instituto de Geografía?

La idea es que los Laboratorios puedan construir lazos y puentes sólidos. Este Fondecyt une los esfuerzos de mi laboratorio (Laboratorio de Urbanismos y Geografías Resilientes) con el laboratorio del profesor Ariel Muñoz (Laboratorio de Dendrocronología y Estudios Ambientales). Así que en términos de la unión investigativa, en realidad tiene que ver con el trabajo que podemos hacer por medio del estudio de la resiliencia. Si bien la megasequía, en el fondo, nos permite entender de dónde sacamos estos comportamientos resilientes y cómo los cultivamos y desarrollamos, en términos de los desarrollos estamos pensando en unir nuestros esfuerzos a través del concepto de resiliencia, el estudio del clima y los estudios ambientales –por medio del CR2 y del Centro de Acción Climática–, la idea es que me una para que pueda aportar en metodologías mixtas a través de las diversas expercites –la mía, desde los estudios del desastre, que es un cuerpo de conocimiento independiente; así como los estudios de la identidad y de la memoria–, que una las puede categorizar dentro del desarrollo de las geografías críticas, vanguardistas, también tienen que ver con el cómo nosotros podemos ser más claros en ser interdisciplinarios. 

IDENTIDAD Y APOYO A POLÍTICAS PÚBLICAS

La relevancia del proyecto, así lo proyecta su responsable, es que contribuirá a entregar luces en torno a los mecanismos colectivos de adaptación vinculados al impacto del Cambio Climático; todo lo cual puede apoyar, desde lo cualitativo y cuantitativo a ofrecer futuros lineamientos de política pública en torno al fenómeno indicado a nivel nacional.

“Cuando uno analiza los estudios de desastre y los lleva a Chile, la gestión de riesgo se enfoca en lo cuantitativo, por ejemplo, cuando ocurren los tsunamis uno ve los informes y se ve la cantidad de casas destruidas, los metros cuadrados en la línea costera afectados. Cuando proponemos este tipo de estudios es para sopesar esa generalidad que se hace a nivel nacional. Los indicadores de la población, vulnerabilidad o acceso al agua, son indicadores que necesitamos, pero también necesitamos darle una mirada y entender que los desastres no son sólo naturales, afectan a la población y qué se hace frente a eso. No sólo hay que enfocarse en entregar forraje o subsidios”, concluyó.

Información facilitada por Juan Paulo Roldán

Dirección General de Vinculación con el Medio