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Profesora Paulina Schmitt participa en proyecto de investigación internacional sobre salud ecológica costera

La actividad reúne el trabajo realizado por Francia, Brasil y Chile como países con trayectoria en investigación marina.

El pasado 27 y 28 de mayo se llevó a cabo el lanzamiento oficial del Proyecto de Investigación Internacional “EcoHealth en ambientes marinos costeros utilizados para la acuicultura” en la localidad de Florianópolis, en Brasil, una iniciativa apoyada por el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia.

El objetivo principal de este proyecto es demostrar la capacidad efectiva de colaboración internacional de los tres países que la conforman al CNRS, mediante publicaciones científicas realizadas en conjunto, desarrollo de soluciones aplicadas y la obtención de nuevos fondos para otros programas, con la intención de que se logre avanzar en la creación de un laboratorio internacional conjunto entre los tres países.

Los coordinadores nacionales de este proyecto son la Dra. Delphine Destoumieux-Garzón (CNRS, Francia), el Dr. Rafael da Rosa (UFSC, Brasil) y la Dra. Paulina Schmitt (PUCV, Chile), quienes lideran un consorcio con más de 20 años de colaboración en el estudio de la salud de invertebrados marinos y sus interacciones con el ambiente.

En ese sentido, nuestra académica Paulina Schmitt nos comenta que “el cambio climático y la contaminación han generado un impacto creciente y acumulativo sobre las especies marinas costeras. Fenómenos como el aumento sostenido de la temperatura del mar, la acidificación oceánica, la disminución de oxígeno (hipoxia) y los eventos extremos —como marejadas, surgencias intensas o lluvias torrenciales— están alterando profundamente la estructura y funcionamiento de estos ecosistemas”.

La profesora también añade que “estos factores afectan directamente la fisiología, reproducción y supervivencia de muchas especies, especialmente aquellas con baja movilidad o limitada capacidad de adaptación. A esto se suma la creciente carga de contaminantes derivados de la actividad humana, como metales pesados, microplásticos, residuos farmacéuticos, pesticidas y antibióticos, que se acumulan en zonas costeras. Estos compuestos no solo alteran el equilibrio microbiano del ecosistema, sino que también debilitan el sistema inmune de los organismos marinos y favorecen la aparición de enfermedades emergentes, tanto en especies silvestres como en aquellas cultivadas en acuicultura”.

Cabe señalar que la perspectiva de este proyecto está enfocada en el concepto de salud ecológica, teniendo por objetivo promover estrategias preventivas y sostenibles para la salud humana, animal y ambiental, a través de enfoques sistémicos e interdisciplinarios. Dicho planteamiento aún no se aplica de forma sistemática al monitoreo y mitigación de los riesgos sanitarios en ambientes costeros, a pesar de que estos sistemas son altamente vulnerables debido a la presión antrópica y los efectos del cambio climático.

Sobre aquello en particular, los bivalvos marinos son considerados relevantes por su incidencia en el monitoreo del ecosistema costero, además de constituir un recurso acuícola de gran relevancia en los tres países. En ese sentido, el proyecto está dividido en dos ejes principales para su investigación:

  1. Anticipar y prevenir riesgos infecciosos en ambientes costeros: se estudiará la emergencia y circulación de patógenos, la aparición de bacterias resistentes a antibióticos, y cómo las condiciones ambientales y las actividades humanas influyen en estos procesos.

  2. Explorar la inmunidad de moluscos y desarrollar soluciones para una acuicultura sostenible: se investigará la diversificación inmunológica de los bivalvos y su capacidad de adaptación a los cambios ambientales. Se probarán estrategias de immune priming y educación microbiana como mecanismos para mejorar su resistencia frente a infecciones, según los contextos productivos de cada país.

Frente a este punto, la Dra. Schmitt expresa que “los bivalvos marinos, como ostras y ostiones, son especies clave desde el punto de vista ecológico, económico y científico. En primer lugar, actúan como bioindicadores ambientales: al ser organismos filtradores, acumulan contaminantes y microorganismos presentes en el agua, lo que permite evaluar de forma sensible y directa el estado sanitario de los ecosistemas costeros. Además, cumplen un rol funcional esencial en el ecosistema, ya que mejoran la calidad del agua, reciclan nutrientes y proporcionan estructuras que sirven de hábitat para otras especies, favoreciendo la biodiversidad”.

En ese sentido, la profesora señala que la importancia de “comprender su inmunidad, su relación con el ambiente y su capacidad de respuesta frente a estresores múltiples es clave no solo para mejorar su producción, sino también para proteger la salud ecológica de los ecosistemas marinos y el sustento de quienes dependen de ellos”.

La adjudicación de este proyecto por parte del CNRS representa un reconocimiento institucional al trabajo colaborativo de tres grupos: el Laboratorio Interactions Hôtes-Pathogènes-Environnements UMR 5244 (Francia), el Laboratório de Inmunologia Aplicada a la Aquicultura (UFSC, Brasil), y el Laboratorio de Genética e Inmunología Molecular (PUCV, Chile), quienes han colaborado por más de dos décadas y han realizado en conjunto 45 publicaciones científicas, 13 proyectos financiados, 24 intercambios de investigadores y la codirección de 6 tesis doctorales.

Este hito abre una oportunidad única para consolidar un polo internacional en salud ecológica costera con sede en América del Sur. Reafirmando su compromiso por la búsqueda de soluciones sustentables con el medioambiente y el cuidado de los ecosistemas marinos.