29.06.2021

A la comunidad universitaria de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso: Todas y todos quienes componen nuestra comunidad universitaria de la PUCV reciban un fraterno saludo.

La Iglesia celebra en este día 29 de junio los Santos Pedro y Pablo, primeras columnas de la Iglesia Universal diseminada por toda la tierra. Las oraciones de la liturgia de hoy llaman a Pedro “apóstol” y a Pablo “maestro de los gentiles”. Ellos nos enseñaron la ley del amor. “Estos hombres, durante su vida terrena, plantaron la Iglesia con su sangre, bebieron el cáliz del Señor y llegaron a ser amigos de Dios” canta la liturgia por su relación con el Señor.

La solemnidad de hoy nos lleva a celebrar nuestra vocación como Universidad Católica, es decir, servidora del Evangelio a la sociedad desde nuestra identidad, valores y contenidos cristianos en diálogo con la cultura. Además, esta fiesta nos motiva a recordar nuestra misión universitaria fundamentada en Jesucristo, en fidelidad al Magisterio del sucesor de Pedro y en el espíritu misionero de Pablo para ser una Iglesia en salida, misionera, hospital de campaña, samaritana y sinodal.

Por un lado, el apóstol Pedro nos invita a la lealtad al Evangelio y a la Iglesia. Por eso, nuestra Universidad Católica lleva en su espíritu la posibilidad inclaudicable de dialogar desde la fe con la cultura. Por otro lado, al recordar a Pablo, como el apóstol que predicó a Jesucristo en el Areópago de Atenas, nos urge no perder de vista que nuestra universidad tiene una vocación evangelizadora: proclamar a Jesucristo como una buena y bella noticia en la política pública, a ser dialógica, a trabajar en redes comunitarias y a trabajar transdisciplinarmente (Francisco, Veritatis Gaudium), siempre sirviendo desde Reino de Dios y, en él, a cada mujer y hombre. En definitiva, a ser una Iglesia/universidad “en salida”.

De esta manera, ambas columnas apostólicas nos permiten valorar nuestra identidad universitaria desde Cristo al servicio de la polis. Hoy más que nunca nuestra vida universitaria tiene que ser un aporte a los procesos históricos y culturales que vive nuestro país desde la Doctrina Social de la Iglesia, entre ellos al Proceso Constituyente, así como en la defensa de la vida desde su concepción hasta su término natural, en trabajar por la fraternidad humana y social y en el acompañamiento a toda persona en su búsqueda de sentido.

Aprovechamos esta ocasión para saludar a las pescadoras y los pescadores que hoy celebran a su santo patrono San Pedro, quien es de mayor importancia, tanto para la devoción popular como para las familias de pescadores y para el patrimonio cultural del alma de Chile. Nuestra universidad ha estado y estará al servicio de los hombres y mujeres del mar, comprometida con el mejoramiento de las condiciones sociales y medioambientales de nuestra zona. Invitamos a la academia, en general, y a la Pontificia Universidad en particular, se siga valorando su trabajo y esfuerzo. Ellas y ellos se enfrentan a no sólo a altas exigencias por el tipo de trabajo que realizan, sino también a riesgos y desafíos por las nuevas amenazas que son fruto de la mano del hombre.

Para terminar este mensaje, los invitamos a rezar por el ministerio del Papa Francisco quien nos ha pedido rezar siempre por él.

Con la cercanía de siempre: