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PUCV conmemoró Día del Sagrado Corazón, Patrono de nuestra Universidad

En la ocasión, se desarrolló una Eucaristía la que fue presidida por el Gran Canciller y Obispo de Valparaíso, Monseñor Jorge Patricio Vega Velasco.

24.06.2022

En la Capilla de la Casa Central de la PUCV se efectuó una Eucaristía con motivo de la conmemoración del Día del Sagrado Corazón de Jesús, Patrono de nuestra Universidad, la que fue presidida por el Gran Canciller y Obispo de Valparaíso, Monseñor Jorge Patricio Vega Velasco, y el Vice Gran Canciller, padre Cristian Eichin Molina.

A la Eucaristía asistieron el rector Claudio Elórtegui; el vicerrector de Desarrollo, Arturo Chicano; el vicerrector Académico, Nelson Vásquez; el pro secretario general, Fernando Castillo; el secretario general, José Luis Guerrero; el director general de Asuntos Económicos y Administrativos, Alex Paz; la directora general de Vinculación con el Medio, Karina Toledo; decanos y decanas, directores y directoras de diversas Unidades Académicas, funcionarios y funcionarias.

En el Evangelio se leyó la parábola de la Oveja Perdida, que es considerada una de las Parábolas de la Misericordia y es un bello relato que describe de manera breve el interés que muestra un pastor que al perder una oveja —considerada quizá por otros como insignificante en comparación con el conjunto del rebaño— sale en su búsqueda y la alegría que siente al encontrarla.   

Monseñor Vega en la ocasión se refirió también a este relato como una “parábola del perdón” pues Jesús perdona los pecados de la humanidad y convoca a los perdidos a su Reino.

“Sabemos que el pastor es la imagen de Jesús, un pastor que es capaz de dejar todo para ir a buscar a esa oveja descarriada que se ha perdido. El pastor sale en la noche, con todo lo que ello implica y los peligros que conlleva esta arriesgada acción. Al encontrar la oveja perdida, la pone sobre sus hombres con todo lo que significa este gesto de perdón. Es hoy cuando más se necesitan pastores, cuando más necesitamos ser pastores al estilo de Jesús y salir al encuentro de aquellos que son despreciados, aquellos que la sociedad de hoy rechaza para ponerlos sobre nuestros hombros y llevarlos al redil”, reflexionó.

CONFLICTO DE LAS INSTITUCIONES  

El Obispo Vega además hizo un análisis sobre los complejos tiempos que estamos viviendo en el mundo y en el país, donde todas las instituciones están siendo cuestionadas y existe una mirada que quiere refundarlo todo.

“Lo que por siglos se ha construido, se deshecha. Nos enfrentamos a una mentalidad deconstructivista que no imaginábamos que enfrentaríamos. Este tema podríamos verlo desde muchas ópticas, pero me gustaría analizarlo desde una perspectiva universitaria. En las últimas décadas se ha instalado esta idea de que el desarrollo es sólo económico y los problemas se solucionarán en la medida que haya ciencia y tecnología. Los resultados están a la vista: violencia, injusticia, incapacidad de dialogar, grupos atrincherados donde unos defienden sus privilegios y otros exigen sus derechos. Nos encontramos con una sociedad donde hay mucha inequidad y mucha rabia”, advirtió.

“Conceptos como el bien común y el valor del ser humano están ausentes de la reflexión ciudadana. La violencia se ha transformado en la herramienta para resolver conflictos. Cada uno tiene su verdad. Todo esto podría revertirse con una educación entendida como una formación de la persona para vivir en comunidad, donde el diálogo es la forma en la cual las personas se relacionan. El diálogo es el camino para solucionar los conflictos”, agregó.

Finalmente, el Gran Canciller hizo un llamado a formar a la juventud para cambiar la cultura del "tener", el éxito fácil y cambiarlo por la cultura del “ser”. “Debemos como el pastor y poner a nuestros jóvenes sobre los hombros y conducirlos al redil, hacer de ellos personas de bien para sus familias, la sociedad y el país (…) Como universidad podemos considerarnos una institución pública, pues estamos formando profesionales para el país, no sólo para la Iglesia. Pero es nuestra obligación formarlos en su dimensión humana. No sólo en lo profesional. Le pedimos al Sagrado Corazón de Jesús que nos ayude a cada uno a formar a los jóvenes en su total dimensión: en lo humano y en lo profesional”, concluyó.

Dirección General de Vinculación con el Medio