Investigadores PUCV publicaron artículo donde problematizan sobre la vida cristiana en tiempos de confinamiento
En la publicación, los profesores PUCV, Pedro Pablo Achondo y Cristián Eichin, analizan diversos aspectos relacionados con la proliferación de la virtualidad en tiempos de pandemia y la relación de esta con los problemas de acceso de los creyentes y cómo lo virtual difumina la centralidad del cuerpo en la construcción de la Iglesia.
12.11.20
Los académicos del Instituto de Ciencias Religiosas PUCV, Pedro Pablo Achondo y Cristián Eichin, publicaron recientemente el artículo “La liturgia ante el riesgo de la virtualidad. Efectos y cuestionamientos eclesiológicos en tiempo de pandemia”, donde problematizan sobre la vida litúrgica y sacramental en el contexto del resguardo por la pandemia del COVID-19. Al respecto, la publicación aborda aspectos teológicos que, según los autores, “podrían ayudarnos a reconfigurar la casa / el hogar como categoría central de una vida cristiana doméstica”.
Sobre el trabajo, el profesor Achondo explicó: "Esta investigación a dos manos, entre un teólogo liturgista y un teólogo moral, ambos inquietos por las expresiones celebrativas del Pueblo de Dios; buscó preguntarse por los modos en que en tiempos de pandemia podemos fortalecer nuestros vínculos con el Dios de Jesús. A falta de la capilla y del encuentro comunitario, ¿qué queda? Precisamente es ahí donde la fuerza, seriedad y profundidad del bautismo adquiere toda su relevancia. El pueblo puede y debe encontrar aquellas maneras domésticas y posibles en el espacio de la "caseidad" y los ministros, pastores, liturgistas y teólogos deben acompañar y formar en vistas de ello”.
“No basta la virtualidad ni la exposición frente a una pantalla, eso es mantener un infantilismo litúrgico y celebrativo, pobre en simbolismos y pasivo ante la contingencia (y no sólo por ella). El covid-19 es una oportunidad inmensa para redescubrir y si es necesario crear, otras ritualidades de manera de continuar la Memoria de Jesús, en nuestras casas, hogares y familias. Con los vecinos y entre los que se encuentran cerca. No podemos perdernos esta oportunidad de formarnos, con creatividad y osadía, en otra forma eclesial", agregó.
Por su parte, el profesor Eichin, comentó: “Este aporte a la discusión teológica sacramental plantea una problemática actual y pastoral. Más allá de dar recetas o instrucciones, se orienta a la base de nuestras opciones celebrativas. Al mismo tiempo, invita al lector a valorar la casa como espacio de vitalidad cristiana donde los momentos celebrativos la convierten en espacios santos”.
LA LITURGIA ANTE EL RIESGO DE LA VIRTUALIDAD
El trabajo recoge, por una parte, el interés de los autores por levantar la problemática litúrgico - sacramental y sus implicancias eclesiológicas del contexto social y, por otra, busca desvelar ciertas interrogantes vinculadas a ¿cómo celebrar la memoria de Jesús en ausencia de la comunidad parroquial y de un presbítero? y, en caso de realizarla en el hogar, ¿de qué forma comprenderla? ¿Constituye una acción sacramental? ¿Pueden las familias cristianas celebrar en nombre del Señor la vida y realizar la Fracción del Pan?
Además en el ámbito de la virtualidad, surgen otros cuestionamientos relacionados a las comunicaciones y como éstas nos unen sacramentalmente como Iglesia o nos llevan a una ilusión comunitaria e irreal. Al respecto, se abordan preguntas como ¿Es posible participar sacramentalmente de las acciones litúrgicas transmitidas en tiempo real desde otra parte del mundo y a otra hora que no sea la sincrónica? ¿No estaremos frente a un nuevo estilo de bautizados neoespectadores de lo litúrgico y no de participantes de la liturgia como lo pide el Concilio Vaticano II?
En este contexto, en el ámbito de la situación actual de la liturgia en contexto de pandemia, analizan diversas problemáticas asociadas a las problemáticas que afectaron a la liturgia en este tiempo, donde se analizaron tres categorías: las celebraciones litúrgicas transmitidas por internet y TV (aproximación virtual; los documentos del Vaticano y de algunas diócesis (aproximación documental); y la publicación de estudios de algunos autores en medios de divulgación tanto científica como en redes sociales (aproximación científica).
Luego, abordaron el tema de la liturgia ante el riesgo de la sociedad ZOOM, donde se considera la sustentabilidad de una vida litúrgica exclusivamente online y la tensión propia entre naturaleza y cultura, así como la eficacia de la performance relacionada con la particularidad del rito cristiano, entre lo práctico y lo simbólico, entre la presencia real y la presencia o médium virtual.
El artículo incluye también un capítulo donde se entregan perspectivas y propuestas para la discusión teológica litúrgica, que incluye una problematización sobre una liturgia de la caseidad eclesial, es decir, el acontecer de la casa y, también, sobre la caseidad, la palabra y la belleza, que se vincula con el resignificar la casa en cuanto espacio litúrgico.
Finalmente, al referirse a la otra liturgia post-pandemia los autores explicaron: “La Iglesia doméstica es la caseidad de la Iglesia. Sin ella la Iglesia carece de familiaridad. La comunidad eclesial albergará al espíritu de Dios cuando la asamblea litúrgica y familiar acoja la gratuidad del don de Dios. Sus dimensiones humanas, religiosas, cristianas y espaciales permiten a la teología volver a poner su foco en la tradición cristiana de las casas. La teología de los espacios litúrgicos se enfocaría más bien a los grandes espacios de reunión de la asamblea. Sin embargo, se requiere incorporar una teología de lo que acontece en las casas como lugar de la vida eclesial y como germen de la vida comunitaria”.
Por Marcelo Vásquez, periodista VRIEA PUCV - marcelo.vasquez@pucv.cl