Cuando muere un ex Presidente de la República es la Patria la que está de duelo. Chile transitó a la vida independiente hace más de doscientos años, producto de la madurez alcanzada por sus habitantes, la creación de un proyecto político moderno y la consolidación temprana de sus instituciones.
La Presidencia de la República es una de las magistraturas más permanentes en nuestra historia. Personas notables la han servido con compromiso cívico y voluntad democrática. Nuestros mandatarios han enfrentado cada una de las vicisitudes nacionales, considerando los contextos, en ocasiones muy complejos.
Sebastián Piñera siempre fue un demócrata. Como Presidente de Chile, en su primer periodo, le tocó reconstruir el país, luego de un devastador terremoto, además de conmemorar el Bicentenario. En su segundo mandato presidencial fue capaz de actuar ante un estallido social que puso en cuestión a toda la clase política chilena y las bases mismas de la institucionalidad democrática surgida a partir de 1990. También se hizo cargo de una de las pandemias más masivas que ha tenido la humanidad en los últimos cien años, donde estuvo en juego la vida de tantos compatriotas.
La historia suele poner todas las cosas en su lugar. Estamos seguros que las futuras generaciones recibirán un relato atemperado de estos tiempos.
En estos momentos corresponde agradecer a su familia por todo el tiempo que el ex Presidente Piñera dedicó a Chile y que restó a sus seres queridos. También debemos unirnos en una oración, para que nuestro Señor lo reciba con misericordioso corazón.
A nombre de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso presento nuestras más sinceras condolencias a su esposa, a sus hijos, hermanos, nietos y familiares.
Nelson Vásquez
Rector
