Como una oportunidad de entrega al prójimo y de continuo aprendizaje fue la que vivieron las y los estudiantes de nuestra universidad durante las Misiones de Invierno realizadas entre el sábado 13 y el domingo 21 de julio en la comuna de El Quisco, instancia desarrollada en conjunto con la Pastoral de la Universidad Católica de Temuco.
De acuerdo con Jazna Villarroel, directora de la Pastoral Universitaria de la Católica de Valparaíso, las actividades fueron muy positivas y vienen a consolidar el trabajo que se realiza a través del tiempo.
“Este año se vio un avance significativo respecto al anterior, en el que misionábamos por primera vez en la Parroquia San Juan Evangelista. En aquella ocasión, estábamos recién presentándonos a la comunidad y comenzando un proyecto de 3 años con la Universidad Católica de Temuco. Ahora en cambio, la comunidad ya nos conocía y nos esperaba con ansias, por lo que la acogida que recibieron los estudiantes fue muy buena”, señaló.
Durante los nueve días que duraron las misiones invernales, las y los 20 estudiantes de la PUCV, junto a un grupo de aproximadamente diez funcionarios, realizaron una serie de actividades con las comunidades de El Quisco, Isla Negra y El Totoral, donde llevaron a cabo visitas a las casas para ofrecer distintos servicios parroquiales y talleres, tanto a los agentes pastorales como a niñas y niños.
De forma paralela, en esta oportunidad se trabajó directamente con las poblaciones Las Marinas y Padre Alvear, donde no existe sede parroquial, realizando diferentes acciones lúdicas con las y los más pequeños de estos sectores.
“Si bien nuestros estudiantes son misioneros, siempre dicen que al final son ellos los que salen misionados. Detrás de esta experiencia hay un trabajo personal sobre su propia fe y sobre como ellos la viven de manera cotidiana en sus acciones y con las comunidades. De esta manera, se potencia la acción discipular y misionera de los y las estudiantes en la Diócesis de Valparaíso, específicamente en la comuna de El Quisco, como parte de la identidad católica de nuestra institución” complementó Jazna Villarroel.
TESTIMONIOS
Para la alumna de Ingeniería Comercial, Martina Rodríguez, “participar en las Misiones de Invierno fue una experiencia increíblemente enriquecedora, tanto para mi fe como para el desarrollo de mis habilidades blandas y de trabajo en equipo”.
Sobre lo vivido durante estos días, explicó que “me integré a una comunidad, conocí a diversas personas y participé en distintas actividades, lo que fue muy gratificante. Siempre escuché que uno terminaba siendo misionado, pero no lo comprendí hasta que viví mi primera misión y experimenté el impacto que tuvo en mí esta experiencia”.
Por su parte, Micaela Reinares, de Ciencias Religiosas, catalogó como “maravillosa” la semana vivida durante estas misiones, destacando “la visita a los enfermos para que pudieran comulgar, las actividades con los niños para alegrar sus tardes o realizar distintas acciones junto a la comunidad, que ayudan mucho al desarrollo personal y como futuros egresados, todo esto acompañándolo con nuestro desarrollo espiritual”.
Finalmente, indicó que el haber compartido esta experiencia con los demás “ayuda mucho a vivir con alegría esta juventud que se alza, que grita y que quiere enviar un mensaje de amor”.
Por Juan Pablo Guerra
Dirección de Comunicación Estratégica
