La región de Valparaíso es la segunda del país con mayor cantidad de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Diversos informes evidencian un aumento de casos de malnutrición y ausentismo escolar, mientras que, según la Encuesta Casen, un 43% de esta población reside en barrios donde enfrentan balaceras y conflictos que afectan gravemente su seguridad.
En la región, más de 21 mil niños y niñas viven en campamentos. Aunque se han concretado avances en materia de infraestructura, persisten las condiciones que dificultan el ejercicio de su derecho a una vida digna, segura y con oportunidades.
En este contexto, el Refugio de Cristo —institución con más de 73 años de trayectoria acogiendo a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores en situación de vulnerabilidad en la región— organizó un evento en el Sporting de Viña del Mar para reunir fondos.
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso participó como socia colaboradora, contribuyendo con la organización de un desayuno para las entidades socias de la fundación, que incluyó un conversatorio con destacados panelistas: Benito Baranda, doctor en Sociología; el capellán del Refugio de Cristo, Enrique Opaso; la psicóloga Teresa Izquierdo; y la académica de la Escuela de Kinesiología de la PUCV, Isabel Cuevas.
El capellán Enrique Opaso subrayó que la protección de niños, adolescentes y adultos mayores es una responsabilidad compartida entre el Estado y la sociedad civil.
“Necesitamos que los jóvenes se interesen en estas fundaciones y aporten, no solo con recursos, sino también con su tiempo. Contamos con cuatro centros, dos liceos técnicos y una residencia en Playa Ancha que acoge a 70 adultos mayores”, señaló.
Por su parte, Benito Baranda valoró los avances impulsados por el Parlamento para mejorar la Ley de Donaciones, aunque advirtió que dichos esfuerzos aún no se traducen en un impacto directo para las fundaciones que trabajan con la infancia vulnerable.
“El Refugio de Cristo es un ejemplo de obra regional con varias décadas de existencia, que ha debido enfrentar grandes dificultades para sostenerse en el tiempo. La solidaridad es esencial para que las comunidades vivan sanamente; sin ella, se transforman en espacios de violencia y agresividad. Hoy más de 100 mil niños están en las redes del nuevo Servicio de la Niñez, una labor que requiere nuevos programas, más financiamiento y más colaboradores”, enfatizó.
Vínculo con la PUCV
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso estuvo presente en el evento con un stand institucional, gestionado por la Dirección de Comunicación Estratégica, y con la participación de autoridades encabezadas por la vicerrectora (s) de Vinculación con el Medio, Jacqueline Páez.
También asistieron la directora de Empleabilidad y Alumni, Angélica Casaletti; la directora de Comunicación Estratégica, Liliana Guzmán; la directora de Vinculación Social y Sostenibilidad, Karina Toledo; la directora de Formación Continua, Carolina Quinteros; además de académicos y académicas de distintas escuelas e institutos de la Universidad.
Para la vicerrectora Páez, la instancia fue un reflejo del compromiso histórico de la Universidad con el bienestar y desarrollo de las comunidades más vulnerables. “La PUCV fue fundada hace más de 97 años con la misión de reducir brechas sociales en Valparaíso. Esos valores fundacionales se mantienen vigentes y, a través de estas alianzas, se fortalecen y se traducen en acciones concretas que responden a nuestros propósitos institucionales”, destacó.
En el conversatorio, la académica Isabel Cuevas abordó el impacto de los problemas de salud mental en la infancia y adolescencia, advirtiendo que el suicidio es actualmente la cuarta causa de muerte entre adolescentes mayores de 14 años en Chile.
“¿Qué podemos hacer? Apoyar estrategias de protección. La evidencia científica muestra que es posible intervenir de manera temprana y prevenir. Por eso es fundamental aprovechar los periodos críticos del desarrollo, desde el nacimiento hasta los seis u ocho años”, puntualizó.
La Escuela de Kinesiología de la PUCV ha impulsado una línea de investigación sobre los efectos del estrés prenatal en el desarrollo de niños y niñas, liderando además el área de neurokinesiología con un fuerte vínculo con comunidades vulnerables.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Comunicación Estratégica