1949 - 1969
La Facultad de Filosofía y Educación tuvo su origen en la Facultad de Pedagogía creada en marzo de 1949.
Los académicos Luis López González, quien se convertiría en el primer Decano de la Facultad, y Aldo Diena proponen ante el Consejo Superior de la Universidad Católica de Valparaíso la apertura de carreras de Pedagogía. Serían dos las carreras encargadas de iniciar las actividades académicas en la Facultad: Pedagogía en Matemáticas y Física, y Pedagogía en Castellano y Filosofía.
En mayo de 1951, y bajo la dirección del Decano Padre Raúl Montes Ugarte, se cambia su denominación de Facultad de Pedagogía por la de Facultad de Filosofía y Educación.
En ese mismo año, se inicia un período de expansión en la Facultad con el establecimiento de la Escuela de Filosofía y Letras, que agrupa a los Departamentos de Inglés, Castellano, Latín y Filosofía; y con la creación de la Escuela de Historia y Ciencias Sociales.
En 1955, por su parte, se crean la Escuela de Biología y Química, y el Departamento de Francés; este último se integra a la Escuela de Filosofía y Letras.
En 1957 el Padre Raúl Montes deja sus actividades en la Universidad, siendo designado como Decano el Padre Raimundo Barros Barros. En 1959 se agrupan los ramos de educación constituyendo el Departamento de Educación.
En 1960, tras la aprobación del Reglamento de la Facultad de Filosofía y Educación, se crea la Escuela de Educación para congregar a los Departamentos de Educación, Psicología y Orientación Vocacional. Ese mismo año, ante el alejamiento del Padre Barros, es designado como Decano el profesor de Historia Dr. Héctor Herrera Cajas.
En 1963 la Escuela Normal de Valparaíso pasa a depender académicamente de la Facultad y tres años después se anexa definitivamente a la Universidad dando origen a la carrera de Pedagogía en Educación Básica.
En dicho año también inicia sus actividades el Departamento de Educación Física, dependiente de la Escuela de Biología y Química.
En 1966 asume como Decano de la Facultad el académico Hugo Montes Brunet. Tras iniciarse el movimiento de la Reforma, a fines de 1967 el Decano Montes renuncia a su cargo.
En 1968, la Universidad inicia su proceso de reforma universitaria declarando a las Facultades en receso, con el fin de favorecer la conformación de unidades académicas fundadas en el cultivo de un saber disciplinario De esta forma, se inicia un período de reorganización que dará origen a ocho unidades académicas independientes: cinco Institutos (Ciencias Básicas; Filosofía; Historia y Geografía; Lengua y Literatura; y Matemáticas) y tres Escuelas (Educación; Educación Física e Idiomas Modernos).
Cabe destacar que en el debate académico de entonces se decide organizar las unidades académicas en dos tipos, las Escuelas, orientadas a la formación profesional, y los Institutos, como espacios centrados en la investigación y desarrollo de postgrados.